Simón Vargas

La telemedicina después de la pandemia

Donde quiera que se ama el arte de la medicina se ama también a la humanidad.

Platón

Desde finales de los años 70 cuando las tecnologías de la información comenzaron a dar un giro radical, la medicina se unió a ellas e innovó usando éstas para transformar el sistema de salud, surgiendo así la Telemedicina; sin embargo, a pesar de que desde hace varias décadas esta modalidad ha ido en aumento, no fue sino hasta que la distancia social se convirtió en una medida importante e incluso se aislaran comunidades enteras, cuando los médicos incrementaron el uso de este modelo para seguir brindando atención a sus pacientes.

De acuerdo a la investigación La telesalud después del COVID-19. Aclaración de los objetivos políticos para el futuro, publicada por el laboratorio de ideas RAND Corporation si uno de los objetivos de la telesalud es aumentar el acceso a la atención y la interacción con los médicos, ésta podría ser especialmente eficaz, sobre todo si puede llegar a los pacientes que no se encuentran en el sistema tradicional de atención sanitaria.

Y es que esta modalidad puede contribuir a superar algunas de las barreras de acceso que enfrenta la población, por ejemplo, puede ayudar a pacientes que viven en zonas con escasez de profesionales sanitarios, a quienes se enfrenten a largos tiempos de espera para recibir atención o a aquellos para quienes los costos de desplazamiento son demasiado altos, por lo que habrá que poner énfasis en su desarrollo, ya que quizá en un futuro cercano la telemedicina será uno de los rubros con más crecimiento exponencial.

Es así que actualmente la globalidad permite que la distancia no sea un factor que limite el proceso de seguimiento en los pacientes. De hecho, derivado del confinamiento y las medidas implementadas la Organización Mundial de la Salud ha advertido que cuando se logre frenar la crisis sanitaria del Covid – 19 habrá que hacer frente a otra igualmente importante: atender a las personas afectadas por la angustia y el dolor; ya que se estima que una de cada cinco personas perjudicadas por la crisis padecerá un padecimiento mental; es por ello que la asistencia psicológica en línea también se ha convertido en una forma significativa de ayuda.

Si bien es cierto que la telemedicina se ha hecho cada vez más presente en diversos países de Europa y Estados Unidos, en México y gran parte de América Latina todavía no es una herramienta popular y las principales razones para ello han sido: 1) la desconfianza hacia los servicios actuales y 2) la costumbre sobre la atención médica tradicional.

Aunado a lo anterior, es importante destacar que a pesar del vertiginoso crecimiento que se dio en los últimos meses, no se debe perder de vista que la telemedicina depende de factores tecnológicos y digitales con los que en muchas ocasiones no se cuentan en las comunidades alejadas, por lo que tanto instituciones gubernamentales como organizaciones civiles deben prestar especial atención en estas áreas ya que se convierten en ámbitos importantes para el bienestar social.

Después del Covid – 19 la telemedicina ha llegado para quedarse y si de algo podemos estar seguros es que ningún rubro volverá a ser el mismo, por lo que conocer, fomentar e incrementar la innovación nos permitirá acercarnos cada vez más a la equidad en el acceso a la salud, aumentar el trabajo colaborativo, pero, sobre todo, mejorar la eficiencia de los servicios de salud.

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