Calles en ruinas, problemas graves en la recolección y disposición de la basura, así como un alumbrado público en decadencia, es parte de la herencia que dejará el alcalde de Pachuca, Sergio Baños, a su sucesor, Jorge Reyes.
A poco más de un mes de distancia del cambio de gobiernos municipales, en Pachuca el proceso de transición inició el pasado martes, en una reunión en la que estuvieron presentes tanto el expriista Sergio Baños como el morenista Jorge Reyes. Y aunque la reunión fue cordial, una vez que avancen los trabajos seguramente las irregularidades saldrán a la vista.
“Comenzaremos a indagar, revisar y auditar todo lo relacionado con inventarios, bienes, funciones, compras y adquisiciones”, declaró Reyes, en el marco de la reunión en la que también estuvo presente el titular de la Auditoría Superior de Hidalgo, Jorge Valverde Islas.
Pero más allá de las irregularidades que podrían aparecer en la revisión de los documentos que sustentan la administración municipal, es claro que Reyes recibirá la casa bastante desordenada.
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Entre los problemas más urgentes, destaca el desastroso estado de las calles, que son ya la principal preocupación de los pachuqueños, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del segundo trimestre de 2024 aplicada por el Inegi.
Según el estudio, 94.2% de los pachuqueños considera que es el principal problema de la ciudad, seguido de fallas y fugas en el suministro de agua potable (86.6%), alumbrado público insuficiente (66%), hospitales saturados o con servicio deficiente (64.3%) y la delincuencia, incluyendo robos, extorsiones, secuestros y fraudes (54.8%).
Y como estará de grave la situación, que la capital del estado está en el quinto lugar nacional respecto a la preocupación ciudadana por los baches, solo por debajo de Tapachula, Chiapas (96.8%); Hermosillo, Sonora (96.5%); y Ecatepec, Estado de México (94.4%).
Al respecto, cabe preguntar, ¿qué hizo Baños para remediar el problema? Nada, sólo quejarse. En distintas declaraciones públicas argumentó que el presupuesto no alcanza y calculó que se necesitaría el equivalente a 10 mil millones de pesos, esto es, 10 años del presupuesto anual que recibe la ciudad actualmente.
Al menos Reyes ha declarado que tocará puertas para buscar recursos y así empezar a revertir el vergonzoso deterioro de las calles. Y la cercanía del próximo alcalde con el gobernador Julio Menchaca anticipa que algo obtendrá.
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Pero no es el único punto crítico. La fallida gestión de la basura en la actual administración es otra papa caliente que dejará el expriista Baños a Reyes. Desde los tiempos del “alcalde ciudadano”, Eleazar García, las administraciones municipales decidieron dejar en manos de particulares la recolección y disposición de los residuos de la capital del estado, con los pésimos resultados que todos conocemos.
Reyes deberá cambiar esta política, a todas luces fallida, lo cual no resultará fácil, porque durante estas administraciones el ayuntamiento dejó de invertir, por ejemplo, en vehículos para hacerse cargo de la recolección, lo cual será otro reto para el morenista.
La siguiente administración municipal, la primera de izquierda en la historia de la capital del estado, también enfrentará la oscuridad en que se encuentran decenas de calles, pues desde el gobierno de la panista Yolanda Tellería, se apostó a un esquema de arrendamiento, que provocó el abandono del servicio, indispensable para tener vialidades más seguras. El inicio del gobierno de Jorge Reyes será cuesta arriba, y en esa circunstancia deberá demostrar su capacidad para levantar una casa hoy en franco deterioro.