La atención sobre la reforma al Poder Judicial que desde el ejecutivo federal se propone se ha centrado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación(SCJN), sin embargo, esta también contempla que se reformen los Poderes Judiciales Estatales(PJE)
A diferencia del Poder Judicial Federal (PJF), los PJE tienen una mayor relevancia en la vida de las personas de a pie, porque a ellos les toca resolver los asuntos civiles, familiares, mercantiles, penales que nos afectan. Si necesitas divorciarte, resolver el tema de la custodia de les hijes, reclamar alguna herencia, el pago de un pagare, de una hipoteca, del incumplimiento de un contrato, llevar un juicio lesiones, robos, violencia familiar, violencia sexual, etcétera, todo eso le toca al Poder Judicial del Estado.
Ojo, es importante señalar que el juicio penal es diferente a la presentación de una denuncia o querella porque este proceso se lleva ante la Fiscalía o Procuraduría que, en Hidalgo, hoy sigue dependiendo del Poder Ejecutivo local.
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Históricamente, los PJE han sido sumamente opacos, incluso más de lo que se cree que el PJF es y al mismo tiempo bastante invisibles al escrutinio público. La asignación de les magistrades y particularmente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) siempre depende de su relación con el Gobernador o Gobernadora en turno.
A diferencia del PJF, es común que personajes que han asumido la presidencia del TSJ luego busquen puestos políticos en otras poderes u organismos. Por ejemplo: el actual Gobernador fue presidente del tribunal, también la impresentable de Carolina Viggiano y Juan Manuel Sepúlveda Fayad, que también ha sido presidente municipal de Pachuca y Notario (por cierto: ¿cuándo vamos a reformar la figura de les notaries quienes si se han enriquecido desproporcionadamente?)
Más que una reforma al PJF, para mí la reforma más importante es a estos PJE que a pesar de su cercanía con las problemáticas de las personas, es donde podemos observar mayores prácticas de violaciones a la ley, a los derechos humanos y de nepotismo. MORENA anuncio que el jueves tendrá su foro para hablar de la reforma Poder Judicial. La verdad, dudo que se dé la conversación que necesitamos tener para lograr consensar una transformación que apunte a resolver la corrupción e impunidad que se vive a nivel local y al mismo tiempo observar que hay jueces, juezas, magistradas y magistrades que han hecho una labor impecable en el ejercicio de su profesión, trayendo justicia a las personas a pesar de no contar con los recursos humanos y económicos necesarios para que esto funcione mejor.
Aunado a esto una parte sumamente trascendental para lograr un cambio de raíz tenía que ver con las Fiscalías locales, quienes no están incluidas en esta reforma y que, si no se voltea a ver hacia allá, no habrá una reforma suficiente para solucionar los problemas que hoy tenemos. Y peor aún, el Congreso una vez más ha aplazado la discusión para lograr que la Fiscalía del Estado sea autónoma.
Sí, el Poder Judicial de Hidalgo necesita urgentemente una reforma, pero la propuesta que existe hoy, de que seamos nosotres quienes votemos por les operadores de justicia, no es la solución al problema. Necesitamos que las personas que impartan justicia conozcan de derecho, de derechos humanos, de perspectiva de género y defiendan fervientemente nuestra constitución. No que caigan en las dinámicas de la política, en la que ahí si se ve más por intereses propios que por los del pueblo. La próxima reforma más que una transformación, implicará ponerle un curita a una herida que necesita suturas y cuidados para no infectarse.
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