En el reciente debate presidencial, los candidatos abordaron temas cruciales para el desarrollo y el medio ambiente de México, con especial énfasis en las controversias que rodean la refinería y la planta termoeléctrica en Tula, Hidalgo, así como el Plan Nacional Hídrico.
Durante el segundo debate, que duró aproximadamente dos horas, los candidatos Jorge Máynez de Movimiento Ciudadano, Xóchitl Gálvez de la coalición Fuerza y Corazón por México (PRI, PAN, PRD), y Claudia Sheinbaum de la coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT, Verde Ecologista), expusieron sus diferencias y propuestas en un clima de confrontación directa.
Jorge Máynez fue el primero en tomar una postura firme contra las instalaciones industriales en Tula, argumentando la necesidad de terminar con la operación de la refinería y la termoeléctrica por los riesgos que suponen para la salud pública.
Máynez destacó una iniciativa previa en la que había solicitado el apoyo de Claudia Sheinbaum, entonces jefa de Gobierno, para cerrar estas instalaciones, enfatizando que “no puede ser que nuestras hijas e hijos respiren veneno”.
Por su parte, Xóchitl Gálvez propuso una solución alternativa para la termoeléctrica de Tula, sugiriendo su conversión a gas natural para minimizar su impacto ambiental. Esta propuesta busca equilibrar la necesidad de energía y la protección ambiental, proporcionando una opción menos contaminante.
Claudia nombra a Julio Menchaca
Claudia Sheinbaum, por otro lado, se centró en el tema del agua, un recurso cada vez más escaso y crucial para la región. La candidata discutió la importancia del Plan Nacional Hídrico, destacando la disminución de los niveles de agua en el sistema Cutzamala.
Este plan, según Sheinbaum, se implementará efectivamente en colaboración con Clara Brugada, aspirante a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México; Delfina Gómez, gobernadora del Estado de México; y Julio Menchaca, gobernador de Hidalgo, tras las elecciones del próximo 2 de junio.