IEEH, contra las cuerdas

La reforma electoral que desapareció los consejos electorales municipales tiene en un atolladero al Consejo General del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) que nunca estimó contratar personal técnico que permitiera desahogar en tiempo y forma la aprobación de las planillas registradas para la elección de ayuntamientos, hoy no hay menos de un millar de observaciones que impiden a docenas de candidatos a presidentes municipales iniciar campaña y quedar en desventaja ante sus adversarios y de moverse incurrir en delitos electorales.

En suma, con sus luchas intestinas y retrasos en los tiempos establecidos por la legislación electoral vuelven inequitativa la contienda en un alto porcentaje de municipios y estimulan el abstencionismo, lo que provocó un alto nivel de malestar e inconformidad en todos los partidos políticos y se tendría que realizar un diagnóstico para determinar municipio por municipio a quienes beneficiaron las observaciones del IEEH.

El árbitro electoral tampoco se ha preocupado por promover el voto, así que la organización y conducción de la renovación del Congreso Local y los 84 ayuntamientos es un verdadero desastre debido a la soberbia con que se conducen y a pesar de la solicitud de los partidos de reconsiderar sus actuaciones se negaron sistemáticamente y lo único a los que se conduce es a desestimular la participación ciudadana.

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Y si no pudieron resolver en tiempo y forma los registros, ya se duda que puedan oportunamente realizar en tiempo y forma el conteo de votos de los 84 municipios y de los distritos electorales, lo que eleva el riesgo de conflictos poselectorales que generen inestabilidad social y política en diferentes puntos de la entidad donde la efervescencia va en aumento.

Ante este panorama de un árbitro insolvente y cuestionado solo resta cruzar los dedos porque haya conciencia ciudadana y responsabilidad política de candidatos y partidos para que los conflictos post electorales se diriman en los tribunales y no en las calles.