Los atlapexquenses, si no todos sí una gran mayoría, se preguntan a sí mismos y entre ellos si acaso no existe ninguna otra figura política que no lleve el apellido Nochebuena, dado que cual época medieval, ese apellido es sinónimo de abuso de poder y control absoluto de una localidad sumida en la miseria a causa de los malos gobiernos de los últimos doce años, por lo menos.
Para nadie es desconocido que el autoerigido patriarca de la familia Nochebuena es Joel, quien ha sido diputado local y alcalde por el PRI, y recientemente repitiendo en este último cargo por el PESH, partido que igual lo postuló como diputado y que al final lo abandonó a su suerte..
Joel sabe que vivir fuera del presupuesto gubernamental no es lo más conveniente, pues además de los cargos de elección popular que ha tenido, ha sido funcionario federal y estatal de la mano de personajes del PRI, de los que ahora reniega y hasta expresa pestes cuando sabe qué, gracias a ellos, en su mesa nunca faltó de comer y que por ellos alcanzó sus posiciones políticas, además de que igual por ellos posee un patrimonio nada despreciable en propiedades y dinero.
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Es la propia gente de Atlapexco la que refiere su hartazgo por tener a los mismos una y otra vez, y en las elecciones de este 2024 no podía ser la excepción, ya que a pesar de no haber podido colocar a su esposa en la candidatura de Morena – partido al que recién y por conveniencia se adhirió – si logro poner a una persona que textualmente es identificada como su incondicional, por lo que hará lo que él indique una y otra vez.
La pésima imagen del multipartidista Joel Nochebuena es una pesada losa y gran vergüenza en los hombros de sus hermanos, Julián y Juan de Dios, quienes compiten respectivamente por Morena y PT a los cargos de diputado local por el distrito 3 y la presidencia municipal de Atlapexco.
Ellos no tienen culpa alguna de lo hecho en agravio del municipio y su gente por el patriarca, sin embargo, el apellido en esa localidad y alrededores ya no es grato pronunciarlo, porque se recuerdan los excesos cometidos en el ejercicio del poder no sólo por Joel, sino por familiares y amigos muy cercanos que al paso del tiempo han sido factor para mantener y hacer crecer la marginación en la que se mantiene hundido Atlapexco.
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Julián en la misma tesitura de partido en partido y sin terminar ninguna responsabilidad es uno más de los chapulines que aprovechó bien su paso por la Secretaría del Bienestar de Hidalgo, posición que lo acercó a los habitantes de los municipios de todo el estado, pero muy en especial a los de localidades del distrito 3, donde ahora busca el voto ciudadano para él y morena, y dónde fue acusado de manipular los programas sociales a conveniencia.
Por su parte, Juan de Dios, dedicado a la docencia por muchos años y señalado por la estafa maestra, también el apellido le pesa y eso podría ser un elemento importante que dificulte su penetración electoral entre la población, será difícil pero no imposible, dado que estará cobijado por figuras importantes del Partido del Trabajo como Damián Sosa y Dani Chávez, candidatos al Senado, y el popular Compa Nato, que busca la diputación federal del distrito I, todos ellos estarán atentos al proceso y seguro lo respaldarán.
Por: Iñaki Fernández
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