Morena y su divorcio con el Grupo Universidad

El Grupo Universidad, ese ente político que formalmente no existe, pero que sí participa en la toma de decisiones públicas, vive una separación silenciosa de su aliado Morena.

La más reciente señal de ese divorcio a fuego lento ocurrió el pasado lunes 26 de febrero, cuando Morena y Nueva Alianza Hidalgo registraron un convenio de candidatura común ante el Instituto Estatal Electoral (IEEH), mediante el que formalizaron su intención de ir juntos en los 18 distritos electorales locales en que se divide la entidad, respecto a los espacios de representación de mayoría en el Congreso local.

Mediante la alianza Seguiremos Haciendo Historia en Hidalgo, Morena y Panal se repartieron los distritos para la próxima elección local y dejaron fuera a sus aliados de los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM). Pero también, dejaron fuera a sus exaliados del Grupo Universidad, que hoy juegan más bien sus cartas con el PT, desde donde tendrán que competir contra el partido guinda.

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Y aunque el diputado petista y exfuncionario universitario, Jesús Osiris Leines Medecigo, haya dicho en entrevista que no aliarse con Morena no implica que haya diferencias entre ambos, pues seguirán apoyando a Claudia Sheinbaum, hay señales que no pueden dejarse de lado.

El desencuentro más reciente entre el Grupo Universidad y Morena tuvo lugar durante la visita de Claudia Sheinbaum a Tulancingo, donde hubo una manifestación de estudiantes que manifestaron su rechazo a las agresiones contra el movimiento que tuvo origen en el Instituto de Artes (Ida).

Desde el Estadio Primero de Mayo de Tulancingo la abanderada morenista acusó de recibido el reclamo e incluso declaró que “a los estudiantes no se les reprime, sino que se les apoya y abraza”.

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Ese mismo día, en otro acto político multitudinario celebrado en Mineral de la Reforma, y en presencia del dirigente estatal, Marco Rico, y del delegado nacional morenista, César Cravioto, la aspirante a la presidencia de la República afirmó “que no se puede tolerar ningún tipo de represión a los estudiantes”, teniendo como antecedente el enfrentamiento del 19 de septiembre en el edificio central de Abasolo.

La postura clara de Sheinbaum a favor del estudiantado podría haber influido en la toma de decisiones en torno a las candidaturas tanto al Congreso federal, donde no hay ninguna persona cercana a la casa de estudios estatal, como a la Cámara local, donde prefirieron aliarse con el partido del magisterio.

El escenario es muy diferente a lo que ocurrió en 2018, cuando para el Congreso local, de 18 distritos, ocho candidaturas fueron destinadas para universitarios, empezando por el exrector Humberto Veras, o el expresidente del Consejo Estudiantil, Jorge Mayorga. Al igual que ocurrió con las candidaturas a diputaciones federales, donde llegaron a San Lázaro, de la mano de Morena, Lidia García Anaya, Isabel Alfaro y Marivel Solís Barrera.