La Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH), detectó que la Policía Industrial Bancaria estatal (PIBEH), realizó erogaciones, registradas en la partida Otras Prestaciones, por 4 millones 826 mil 248.36 pesos para la compra de medicamentos.
Sin embargo, no se tiene evidencia de la recepción por parte del beneficiario final (trabajador), certeza de que el servicio médico se haya prestado debido a la variación de firmas y falta evidencia clara y especifica de la identificación y cuantificación de las recetas que integran la asignación de medicamentos descritos por factur.
La irregularidad fue detectada luego de revisar pólizas relacionadas, comprobantes fiscales digitales por internet, transferencias bancarias, fichas de pago, oficios de pago, oficios de requerimiento, listado de medicamento, vales de entrada de almacén, vales de salida de almacén, hoja diaria 2022, recetas expedidas por el personal médico en turno, hoja de registro / alta del personal adscrito y sus beneficiarios (muestra emitida del sistema del servicio médico), estados de cuenta y oficios de la PIBEH.
Por otra parte, la auditoría detectó erogaciones por un millón 289 mil 063.21 pesos en las partidas Material de Oficina, por 533 mil 731.96; Gastos de Oficina, por 18 mil; Combustibles y Lubricantes vehículos y equipos terrestres, por 237 mil 884.75; y Maquinaria y Equipo de Seguridad Pública, por 499 mil 446.50; pero no se cuenta con la documentación justificativa del gasto realizado.
Dichas irregularidades suman 5 millones 597 mil 865.07 pesos que no necesariamente implican daños o perjuicios a la Hacienda Pública o al Patrimonio de la Entidad Fiscalizada, pero estarán sujetas a las aclaraciones que se efectúen en los plazos establecidos para ello.
Además, no exime de las responsabilidades a que haya lugar por los actos u omisiones que generaron los resultados de auditoría en términos de las disposiciones legales aplicables.
Seguro no quiso responder por daños a unidad manejada por policía ebrio
Durante la revisión efectuada al inventario de bienes muebles de la Policía Industrial Bancaria, se detectó que una unidad se encontraba dañada y que la aseguradora no quiso hacer válida la póliza por el modo en que sucedió el siniestro.
Esto, ya que no fueron impuestas las medidas administrativas correspondientes hacia el conductor, quien, según la documentación analizada, “se encontraba en estado de ebriedad o bajo la influencia de estimulantes o depresores del sistema nervioso central” durante el accidente, razón por la cual la aseguradora determinó como improcedente el pago por el siniestro.
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