Las actitudes recientes del ex gobernador Omar Fayad Meneses y del ex senador José Guadarrama Márquez, generan una serie de interrogantes, pero quizá la más importante sería preguntarles qué aportan a la democracia en Hidalgo, tomando en consideración sus desempeños en la administración pública y en la política nacional y de nuestro estado.
Por lo pronto, Omar Fayad no ceja en buscar una candidatura al Senado de loa República, a pesar de tener una tarea en el gobierno federal como embajador de nuestro país en Noruega.
Ha buscado y casi ha logrado adueñarse del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), para madrugar a su dirigencia formal y tratar de imponerle una larga lista de candidatos, con él a la cabeza y en segunda instancia sus leales, los diputados locales sin partido, Julio Valera Piedras y Alejandro Enciso Arellano, todos ellos ex priistas que se alienaron a la ruptura de su jefe con la dirigencia nacional del PRI, luego que les ganó la partida imponiéndole como candidata al gobierno estatal a Carolina Viggiano Austria.
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Precisamente, tras su renuncia al PRI, Omar Fayad le lanzó un reto a Carolina Vigigano para que ambos jugaran un escaño en el Senado de la República, como candidatos de mayoría, para ver “quién suma más votos”.
El otro personaje que ha decidido romper con el PRD, para sumarse de lleno a la campaña de Claudia Sheinbaum Pardo y todos los candidatos de Morena a un cargo de elección popular en Hidalgo, es José Guadarrama Márquez, polémico por su actuar en la vida pública del país y de Hidalgo.
Ha decidido en una conferencia dominguera que también apoyará todos los proyectos del gobierno estatal que encabeza Julio Menchaca Salazar, además de machacar que no apoyará en nada a la candidata del frente opositor, Xóchitl Gálvez Ruiz.
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Y aquí las interrogantes para ambos políticos, qué aportarán a la Cuarta Transformación en Hidalgo, cuando han andado caminos distintos a los del presidente Andrés Manuel López Obrador, excepto Guadarrama que cuando militó en el PRD, se sumó al entonces dirigente nacional de ese partido, vía el trio que formaban y controlan a lo que queda de ese partido, Carlos Navarrete (su compadre) y Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano Grijalva.
Otra más: ¿de verdad le hacen falta o algo le aportarán a Morena, partido al que se quieren sumar, más por no perder privilegios que por aportarle algo positivo a nuestro estado.
El tiempo dilucidará si en verdad se volvieron demócratas o sólo buscan no perder los privilegios que brinda el poder.