“Supersónico” podría decirse que han pasado más de 30 años desde que La Lupita surgió como una promesa y que rápidamente se convirtió en realidad y que ahora se les reconoce como una banda de culto en el rock mexicano.
Y es que, desde la unión de Héctor Quijada con Lino Nava a finales de los 80 (1989), La Lupita no ha dejado de tocar y de agrandar su lista de seguidores.
A lo largo de estas tres décadas, Quijada asegura han ido aprendiendo a base de aciertos y errores, como muchos grupos, sin embargo, La Lupita ha sabido sortear los malos momentos para conseguir la total independencia en la industria.
Te recomendamos: Muestra poéticamente las obsesiones humanas
Y que gracias a esto han conseguido que su evolución musical no sólo la generación que creció con ellos siga sus pasos, sino que nueva sangre esté al pendiente de lo que hacen.
“Nos sigue gustado mucho a Lino y a mí lo que hacemos, compartimos un amor por nuestro grupo, así de incuestionable es. Realmente es un gran amor y lo mejor es que seguimos haciendo canciones juntos y sigue saliendo música de nuestras mentes y de nuestros corazones no hemos parado.
“La verdad es que todos los momentos que pasamos como banda hay una emoción increíble, en cada concierto damos todo como si fuera la primera vez que lo hacemos, porque sigue ahí la energía de nosotros, pero la de la gente más y sigue ahí”, aseguró el vocalista de éxitos como “Ja, ja, ja” y “El País de la Lujuria”.
Quijada aseguró que por todo eso, La Lupita no tiene fecha de caducidad y eso lo ha demostrado en su último disco titulado “Tormenta”, el cual fue grabado durante la pandemia y todo de manera independiente.
Y como si ellos mismos se cantaran su éxito “No voy a volver”, Lino y Héctor ya están en un lugar privilegiado dentro de la industria en donde prefieren tener todo en sus manos que dejárselo a una disquera, las cuales para ellos ya no dan el apoyo que antes ofrecían.
“No tenemos fecha de caducidad, al menos así lo vemos, porque mientras sigamos viviendo de la música aquí estaremos.
Puedes leer: Un recuento de grandes entrevistas y ensayos
“Nunca hemos pensado en términos de tiempo y también hemos ido haciendo camino con forme se fueron dando los cambios de integrantes, de todo.
“Después de que se había salido Rosa (Adame) y cuando Poncho y Bola, que eran el bajista y el baterista de la banda nos avisaron que ellos también se salían, Lino me preguntó que si le seguíamos o no, por supuesto que dije que sí, es más no lo pensé ni un segundo cualquier tipo de tormentas, vendavales, huracanes, de todo hemos pasado, pero lo importante aquí es la música y gracias al amor vivimos de esto, es un negocio y como los dos somos capricornio pensamos y fluimos de manera constante”, aseguró.
Por ello, Héctor Quijada prometió que el sábado 2 de diciembre La Lupita armará un súper desmadre, ya que considera la fecha como una pre-posada donde no se guardarán ni éxitos ni mucho menos energía.
Y pese a que La Maraka es un lugar cerrado y podría decirse que “pequeño” en comparación con un Metropólitan o escenario abierto, el cantante de “Paquita Disco”, “Contrabando y Traición” y “Gavilán o Paloma”, descartó realizar un concierto estilo acústico.
“La Maraka es un lugar de mucha tradición y es un honor tocar ahí y bueno se está convirtiendo en un referente para el rock y es por eso que nosotros vamos a dar lo que siempre damos, energía total.
“Y lo mejor es que vamos a estar con una banda hermana como es La Cuca, así que esperen de todo esa noche.
“La verdad es que a La Lupita no se nos da muy bien los acústicos porque como creadores siempre necesitamos ese punch, ese power, porque así es nuestro sonido y porque la banda eso es lo que espera de nosotros y ellos son lo más importante para nosotros”, aseguró.
- La salud del gobernador
- Aprueban presupuesto de egresos de más de 95 mdp en Tlaxcoapan
- De dominio público, Popeye, Tintín y obras de Faulkner y Hemingway
- Comerciantes de Tlaxcoapan acusan cobros excesivos para colocarse en la Feria de Fin de Año
- Tula: vecinos acusan trabajos de drenaje deficientes; vuelven a romper la calle