Encuentro Feminista de América Latina y el Caribe (EFLAC)

El día de ayer 25 de noviembre, se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres es importante recordar que fue una propuesta feminista emanada del I Encuentro Feminista de América Latina y el Caribe (EFLAC) realizado en Bogotá, Colombia en 1981, para recordar la lucha de las hermanas Mirabal en República Dominicana contra la dictadura de Trujillo, a partir de ese primer encuentro la mayoría de los EFLAC ha coincidido con esta fecha para salir a las calles en cada ciudad donde se realiza para pedir la erradicación de la misma y que se ha expandido como una acción global en varios municipios y ciudades.

Desde hace más de una década he tenido oportunidad de asistir a distintas sedes donde se organizado el EFLAC: Colombia, Perú, México, Uruguay y ahora El Salvador porque nos encontramos no solo proponemos acciones contra las violencias, sino también la lucha contra los fascismos y fundamentalismos en el Abya Yala (América Latina y el Caribe) que pretenden restringir las libertades de las personas y también la autonomía de las mujeres.

Es la segunda vez que le toca a El Salvador ser la sede de este encuentro, la primera fue en 1993 en un marco significativo, ya que venían saliendo de un conflicto armado  donde casi un tercio de las combatientes fueron mujeres y que estaban firmando los Acuerdo de Paz donde en el conjunto de los derechos de estos acuerdos no se incluían los derechos de las mujeres, es en este VI Encuentro donde se quería impedir a las feministas llegar a Costa del Sol, varias fueron detenidas en el aeropuerto para impedirles el paso, pero se organizaron rápidamente y realizaron una inauguración simbólica ahí mismo, por lo que  después de 9 horas se les dio entrada al país en donde las veteranas de guerra se hicieron cargo de la seguridad de las asistentes a ese encuentro; esta segunda vez después de 30 años el contexto político es un estado de excepción que con el pretexto de la mantener la seguridad bajo control ha detenido a personas defensoras, periodistas, lo cual además de una grave violación a los derechos humanos ha implicado  una crisis de los cuidados que agrava las desigualdades, ya que al ser detenidas mujeres, otras mujeres se han tenido que encargar de sus hijas/os, de dar seguimiento a los procesos judiciales de las personas encarceladas y además visitar, vestir y alimentar a sus familiares presos, un gobernante que busca reelegirse de manera inconstitucional. El Salvador es además uno de los países más restrictivos respecto al tema del aborto que está penalizado en todas sus formas y que ha llevado a este país a la Corte Interamericana de Derechos Humanos por negarle un aborto a una joven llamada Beatriz pese a que su embarazo era inviable, en este contexto se organizó este encuentro, tan potente, con discusiones que dan horizontes, respuestas de que otro mundo es posible, con diversas actividades que van desde la genealogía feminista, la cultura, el periodismo, la política, el autocuidado, etc., donde hemos aportado elementos conceptuales y campañas concretas para instalar la agenda feminista antirracista, antitransfóbica, anticapitalista en el debate público y como exigencia para los gobiernos. La pandemia nos retrasó sin duda, pero nuestra voluntad y deseo de reunirnos siempre estuvo vigente.