En diciembre de 2017 en el restaurante Tiro Girault del Club de Tenis Universitario Gerardo Sosa Castelán ofreció a Gabriel García Hernández secretario de Organización de la dirigencia nacional morenista “lana y estructura” a cambio de la candidatura de segunda fórmula al Senado, ya en poder de Julio Menchaca Salazar.
Testigos de ello el presidente estatal Abraham Mendoza Zenteno y el delegado nacional Octavio Romero Oropeza quienes veían con buenos ojos la tentadora oferta del jefe del Clan Universitario; quien recibió un contundente no del entonces ex candidato independiente a presidente municipal de Pachuca.
No había forma y la primera fórmula era para mujer en la persona de +Angélica García Arrieta, definición ya aprobada por el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
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La conversación se alargó por la insistencia del jefe universitario, que chocó con pared.
La propuesta estaba en pie los días siguientes Alejandro Olvera que había sido el contacto con la presidenta Yeidckol Polevnsky busco un nuevo acercamiento; la negativa se mantuvo, pero Gerardo Sosa no se fue con las manos vacías, logró un completo paquete de candidaturas a diputados locales y federales.
De la noche a la mañana el Clan Universitario se había convertido en una fuerza corporativa al interior de Morena desplazando a Tirios y Troyanos.
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Las siguientes elecciones siguió ofertando lo mismo, presumía de grandes concentraciones acarreando alumnos, académicos y trabajadores, además era obvio que contaba con recursos provenientes de las arcas universitarias.
En los últimos meses tras apoderarse de la Secretaría General y la presidencia del Consejo Político Estatal, preparaba otro asalto a Morena con un instrumento extra: el Partido del Trabajo, el panorama optimista cambio los últimos 30 días, porque hoy puede seguir ofreciendo lana, pero estructura ya no, el paro en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) lo deja sin uno de sus dos productos.
Lo alumnos no saldrán acarreados a actos políticos y académicos y trabajadores ya no pondrá el mismo ímpetu en las tareas proselitistas que se les ordenaban y el petismo está resentido, aun así buscará candidaturas, de no logarlas se debilitará aún más y pudiera ser el principio del fin.
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