Esta semana, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) advirtió en un comunicado, que el número de niños y jóvenes que no están escolarizados en el mundo aumentó seis millones desde el año 2021.
Esta sacudida para el sector educativo ocupó los titulares de numerosos medios de comunicación en diversas latitudes, todos consignaron una preocupación por el notable incremento de niños y jóvenes sin escolarizar pese a los esfuerzos considerables para garantizar la educación.
La organización internacional apuntó que la cifra aumentó a más de seis millones de niños desde que se hizo el anterior estudio en 2021, hasta un total de 250 millones, en parte por la “exclusión masiva” de niñas y mujeres de la educación en Afganistán.
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Al respecto la directora general Audrey Azoulay, advierte que “la educación se encuentra en estado de emergencia” y pide la movilización urgente de los estados “si no quieren vender el futuro de millones de niños”.
Justamente hace un año, en la Cumbre sobre la transformación de la educación de la ONU, 141 países se comprometieron a transformar sus sistemas de educación para acelerar el progreso hacia ese objetivo, donde nuestro país participó de manera virtual presentando los resultados de la implementación del proyecto “Pasaporte al Aprendizaje en México”.
En esta cumbre se describió la crisis mundial en términos educativos como un fenómeno lento e invisible, pero que está teniendo un efecto devastador en el futuro de los niños, las niñas y jóvenes de todo el mundo.
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El pasado 6 de septiembre mediante un boletín de prensa, la Secretaría de Educación Pública en México, reveló que para este ciclo la matrícula escolar creció 0.8% en los tres niveles educativos tras la pandemia, ya que, en el ciclo escolar 2021-2022 fue de 34.4 millones de estudiantes, mientras que en 2022-2023 subió a 34.6 millones, es decir, 268 mil 214 alumnos más a nivel nacional.
De igual forma se detalla que los tipos educativos que impulsaron el crecimiento fueron la educación media superior con un incremento de 2.9 por ciento (se instruyó al 80.0 por ciento de los jóvenes entre 15 a 17 años); mientras que la educación superior aumentó en un 2.4 por ciento (cubrió al 43.5 por ciento entre estudiantes de técnico superior, normal y licenciatura de 18 a 22 años).
Sin embargo, la matrícula continúa por debajo de la cifra del ciclo 2018-2019, durante el cual se contó con 35 millones 807 mil estudiantes a nivel nacional, de acuerdo con datos de la SEP.
No es un desfile de números, el tema da para múltiples reflexiones, es preciso reconocer que los esfuerzos prevalecen para colocar a la educación en la cima de la agenda política mundial, pero el impulso aún no es suficiente y los desafíos siguen siendo cuantiosos; las acciones deberían tornarse resultados, cuestión que no se vislumbra a corto plazo, pues la recuperación viene de la mano con el rescate económico y muchos más factores determinantes.
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