Vatio: la novela que convierte en literatura a Antonio Vega

El músico Antonio Vega falleció el 12 de mayo de 2009, con 51 años de edad, debido a un cáncer de pulmón; había resistido a una larga relación con la droga y su tiempo de vida le alcanzó para ser considerado una de las más grandes figuras en la historia del rock español. Fue un compositor finísimo que construyó un gran repertorio a través del rock pop y la canción de autor.

Entorno a su figura existen temas tan sobresalientes como “La chica de ayer”, Lucha de gigantes” y “El sitio de mi recreo”, además de esa atracción morbosa del artista maldito que pasó del culto popular a la decadencia física provocada por el consumo de heroína y otros tóxicos.

Por donde se le analice, reúne elementos muy poderosos para convertirse en un personaje de ficción y a eso precisamente dedicó su segunda novela el español A. J. Ussía, bajo el título de Vatio, editaba bellamente por el pequeño sello independiente Coba Fina en 2021.

Y es así que tenemos delante a una novela que ejerce una fuerte atracción por la presencia de Antonio Vega convertido en Polo Targo y en plenitud creativa como solista -ya con la gran sombra de Nacha Pop como un esbozo de un posible reencuentro-; pero además está el influjo del Madrid de los primeros años dosmil y la recreación de sus calles, plazas y tugurios.

Vatio nos devuelve a un Madrid que ya no existe, por una parte; pero también se torna como una especia de novela negra a la hora de recrear Las barranquillas, un barrio improvisado cerca de Vallecas, que ofrecía venta de todo tipo de estupefacientes las 24 horas del día y creando un coto cerrado en el que apenas se atrevía a entrar la policía.

Ese mundo de gangsters, camellos y adictos pone en jaque el temple de Andy -el real protagonista-, dado que aquí se cuenta el tiempo en que trabajó como asistente personal de Targo y teniendo como una de sus funciones básicas conducir hasta ese cúmulo de chabolas y acompañar al autor de canciones como “Una décima de segundo” y “Desordena habitación” para mercar su dosis diaria.

Andy es un músico en ciernes y está fascinado con Polo Targo, pues trabajar para él le permite conocer las entrañas del mundo de la industria de la música. Es por ello que Ray Loriga escribe en el prólogo: “Vatio consigue trasladar la emoción de lo vivido, tiene la esencia de las buenas novelas de tránsito a la madurez, de iniciación, o como dicen los norteamericanos, de pérdida de la inocencia”.

J. Ussía no se clava en narrar el consumo propiamente, ni plasma la angustia de la abstinencia… maneja ambas cosas con mucho tacto y en su lugar plasma con mucha intensidad y precisión aquellas barracas improvisadas y el mundo de los narcotraficantes; esta presencia es lo que dará potencia a la novela y pondrá a sus protagonistas en jaque.

Es por ello que la periodista María Fidalgo apunta acerca de esta obra: “A. J. Ussía nos arrastra a un inframundo por muchos jamás imaginado. Un relato bifronte con dos caras a través de dos madrides y dos protagonistas contrapuestos. En clave musical, ambos take a walk on the wilde side a la dark side of the moon de la ciudad. Atmósferas de peligrosa marginalidad de fin de milenio, finiquitadas y sepultadas, y dos décadas se revelan en las páginas del libro con una crudeza y realismo extraordinarios”.

Vatio es una estupenda novela… literatura rock en estado puro.