INAH y gobierno de Hidalgo establecen pactos, pero no se tiene un monto de inversión

Sobre los proyectos que se realizará entre el gobierno del estado y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), todavía no se tiene un monto específico para invertir en diferentes zonas.

Reconoció Tania Meza Escorza, titular de la Secretaría de Cultura estatal que hoy habrá una inversión por parte del estado, así como de la federación, sin embargo, hasta este momento todavía no es certero el dato.

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Aunque informó que los proyectos que se realizarán tendrían que ser con recursos extraordinarios, sin tocar el presupuesto que actualmente tiene la Secretaría, “no hay manera porque el presupuesto de cultura de por sí es muy restringido y las inversiones en la recuperación, en la restauración del patrimonio son enormes, uno no le puede meter cientos de miles, le tiene que invertir millones”.

Señaló que el recurso a aplicarse será específicamente en zonas arqueológicas, “este año hubo 2 declaratorias para Hidalgo: la zona de monumentos de Huichapan y Huapalcalco, que es el resultado de muchos años de lucha del pueblo, casi 25”.

Comentó que recientemente hubo un cambio en la dirección del centro INAH en Hidalgo, quedando el arqueólogo Osvaldo José Sterpone, al frente. Eso motivó a que Diego Prieto, director general del organismo nacional viniera al estado a establecer los vínculos con el gobernador, Julio Menchaca Salazar.

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Señalaron que en ese momento, los proyectos de los cuales hablaron como los prioritarios la zona arqueológica de Tula, “fue el inicio de estos trabajos, pero hay más cosas que vienen, no es que no se los quiera decir, pero depende del avance del proyecto”.

Especificó que, en el caso de Tula, el Instituto Nacional tiene muy al corriente y muy avanzados los estudios de qué se necesita hacer, así como la inversión que requiere. A diferencia de Huapalcalco, en Tulancingo, donde el trabajo apenas va a empezar. “Así estamos con distintas situaciones, algunas tienen particularidades, porque cuando están en algún predio de algún particular o porque la comunidad les ha asignado una cuestión de ritualidad, como es el caso de México chiquito, de San Bartolo Tutotepec”.