La decepción de la población y de los priistas, es sin duda Sayonara Vargas, diputada federal por Huejutla, que por ley tiene que presentar su segundo informe de actividades legislativas y también, por qué no, de incongruencias que la caracterizan, aunque para aquellos priistas que también la apoyaron durante su campaña proselitista, ya abandonaron el barco ante los múltiples compromisos que no se han cumplido, vaya fueron también víctimas de la demagogia y el doble discurso.
Desde la oratoria es fácil prometer y hasta quizá ponerse la playera de algún movimiento social, es fácil decirlo desde un micrófono o haciendo alarde a través de publicaciones por las “benditas redes sociales”.
La diputada pide defender a las mujeres cuando su hermano tiene acusaciones por acosar a alumnas de nivel medio superior; dice estar a favor de los indígenas, cuando ni siquiera sabe hablar la lengua materna de la Huasteca que es el náhuatl y el compromiso que tiene con los pueblos originarios está en el imaginario, la casa de atención sólo fue un anhelo, una esperanza de la gente con la cual hasta el momento sigue sin importar.
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Es ruin engañara a quienes nos brindan la confianza, sin embargo, Vargas Rodríguez no tuvo empacho en prometer cosas que no podía cumplir y aseguró que regresaría los programas sociales del gobierno de Peña Nieto.
Sayonara es una prueba más de que el diseño de las políticas públicas a beneficio de los que menos tienen no debe ni tiene que hacerse desde el escritorio, lástima por quienes creyeron podría también cambiar un poco la crisis de credibilidad que tiene el PRI que no está por demás decir que fue “más de lo mismo”. Sayonara Vargas contribuyó con grandes carretillas de tierra también para sepultar al tan desgastado PRI.
Algunos pensaron que porque Omar Fayad la impulsó en diversas ocasiones en puestos públicos y hasta de elección popular, lo traicionó cuando mintió en el registró para postular a ambos para formar parte del Consejo Político Nacional del tricolor. Sayonara Vargas no podía participar en el proceso, pues como legisladora federal y según los estatutos del PRI, ella es integrante del Séptimo Consejo Político Nacional.
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Ahora que quien se creía su jefe político y demás se dieron cuenta la falta de lealtad porque ahora se le relaciona con la secretaria general del PRI, Carolina Viggiano. Volteó bandera.
Para mucho lo que la hizo ganar con resultados apretados, fue porque el ex legislador federal Fortunato Rivera Castillo buscaba reelegirse y fueron conocidas las acusaciones de corrupción y acoso sexual, porque de lo contrario se hubiera escrito otra historia.
El rumor se hace cada vez más fuerte sobre las aspiraciones de Sayonara Vargas a la Presidencia Municipal de Huejutla, que sin duda se quedarán en ello y en caso de que sea postulada por el priismo seguro será la crónica de una derrota anunciada. Fue tan malo el giro como la colorada.
Por Iñaki Fernández