Garlito
Dentro del marco de la ley o reglamentos, donde se sancionan diversos actos anómalos por parte de la ciudadanía y afectan a la colectividad, deben aplicarse con todas sus agravantes, entre ellas las sanciones económicas para intentar intimidar las malas acciones, pero asimismo debe la autoridad estar obligada a concientizar a la población de los perjuicios ocasionados a terceros y organizar campañas informativas y educativas, para erradicar las malas costumbres convertidas en actos que con sanciones no es precisamente como se evitarían, es educando como se lograría una mejor convivencia y una mejor ciudad.
Basura
Nuevamente el tema de la basura en la ciudad de Pachuca nos obliga a reflexionar sobre si es más sano intentar curar la enfermedad que sacarle partida a una actitud humana aberrante, las esquinas de las colonias y Centro Histórico, están llenas de montones de basura que crecen conforme avanzan las sombras de la noche, en casi una tarea familiar, se puede ver sin temor ni remordimientos a los miembros familiares desfilando hacia las esquinas a dejar sus desechos, como si fuera un paseo nocturno al jardín, como si fuera una lección educativa para los infantes, total el camión de la basura pasará después de media noche cuando las calles estén desoladas; el ejemplo es la mejor enseñanza tanto autoridades familiares los padres, como la autoridades municipales, están educando a una generación de pachuqueños hoy niñas y niños, que ven en arrojar los desechos a mansalva en la vía pública como algo permitido por papá, mamá y la presidencia municipal, las reprimendas que hagan serán contradictorias a su proceder.
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Ante la verdadera calamidad que se ha convertido la basura en la vía pública, un basurero gigante disperso en esquinas, bajo arbustos, a las afueras de escuelas, en los jardines, ya sea la Real de Minas, Plutarco Elías Calles, El Palmar, Centro Histórico, toda la ciudad, todas sus calles tienen un montoncito de basura, esa es la regla, la excepción son las calles limpias, el ciudadano tiene una gran culpa en convertir a Pachuca en un basurero descontrolado, pues nadie respeta los puntos de recolección, que se han convertido en lugares tenebrosos, contaminantes, reunión de indigentes y recolectores de pet, perros, etcétera, la autoridad al permitir esta nefasta y pachuqueña costumbre, creó un monstruo que ahora está fuera de control y en efecto las calles son un tiradero de desechos sólidos, en ocasiones a los camiones recolectores no les da tiempo y amanecen en lugares lejanos cerros de basura que si corre con suerte será levantado por otros camiones o la buena voluntad de los barrenderos.
Faltosa
El problema descontrolado, una autoridad que fomentó esta práctica y una ciudadanía inconsciente o con ganas de demostrar la falta de capacidad y cobertura, sin mínimo de sentido común han propiciado que proliferen por doquier estos modernos tiraderos urbanos, pese a la existencia de un reglamento de Limpia, Recolección, Traslado, Tratamiento y Disposición Final de Residuos, en la capital del estado, donde se estipulan multas por tirar basura, se reconoce que es letra muerta y nunca se cumplió su tabulador de sanciones a ciudadanos inconscientes que fueran sorprendidos, ¿quién debe hacer esa tarea, la policía municipal, un departamento especializado en basureros urbanos, el mismo personal de limpias, los vecinos? Asimismo se estipula una multa de hasta 14 mil pesos por la falta administrativa, de lo contrario trabajo comunitario, políticamente incorrecto, un alcalde no mermaría su popularidad aplicando tal sanción, así ha sido siempre.
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Ahora el cabildo de Pachuca pretende asustar a los ciudadanos tira-basura, con incrementar la multa a 16 mil pesos, quien sea sorprendido dejando la basura fuera del horario en las esquinas, es decir no se restringen los basureros, sino al ciudadano sucio se le multará económicamente, por lo que podría haber una cacería de brujas por la noche, la policía o el organismo sancionador, andará bajo la penumbra atrapando a los malos vecinos, nada de campañas para que se elimine esa acción, nada de una cruzada informativa sobre la contaminación, nada para los infantes que aprendan a manejar sus desechos con inteligencia y responsabilidad, está bien esa sanción, pero el problema no se erradicará así y los dineros por las multas que entren a las arcas municipales ¿dónde pararán?