Canciones para resistir a la desolación de la vida adulta

Matthew Donald Berninger nació el 13 de febrero de 1971 en Cincinnati, Ohio, es decir tiene 52 años, y en sus canciones siempre encuentro que habla de las cosas que me importan; a fin de cuentas, casi somos de la misma edad y ello supone un vínculo importante. Cada uno de sus discos es un bálsamo para el alma, uno de sabor amargo, pero muy poderoso.

Ahora mismo pone sobre la mesa el enorme regalo que supone la creación… que suele ser renuente, que se esconde y se niega a mostrarse; el cantante y compositor dio cuenta que haces unos meses estuvo a punto de salir a decir que The National llegaba a su fin y de esa manera no existiría First Two Pages of Frankenstein, su noveno álbum.

Por fortuna, superó aquel bloqueo creativo y siguió adelante ejerciendo el oficio de la composición a través de todo lo que mira, aprende y aprehende del mundo que lo rodea y sin tener miedo a explicitar la crisis de la mediana edad en sus letras; Berninger es alguien que sabe que el diablo habita en los detalles y es por ello que es muy minucioso en sus observaciones y aseveraciones: “You should take it, cuz I’m not gonna take it”, suelta en “Eucalytus”, una devastadora pieza sobre el divorcio.

Repaso varias veces las 11 canciones que conforman First Two Pages of Frankenstein (4AD, 2023) y en cada vuelta le encuentro más coincidencias con lo que se dice de la literatura de Raymond Carver: “En sus cuentos todos los pormenores de la vida adquieren una relevancia sagrada, porque él sabe que las cosas mejores o las más terribles suceden en los lugares y en los instantes cotidianos; a sus personajes, aun a los más perdidos, todo les importa y los hiere”.

Antonio Muñoz Molina autor del texto Una versión de Carver también comparte con The National la ciudad de residencia; desde Nueva York ambos cronican al mundo y husmean en sus abismos y recovecos… ya sean los que están presentes en la Historia (con mayúscula) o en la intimidad de la gente común -que terminamos siendo la inmensa mayoría-… esos que usamos una “New Order T-shirt” hasta que se haga añicos y andamos: “Holding a cat and a glass of beer”.

No puedo sino conmoverme ante lo dicho por Fran González acerca del disco: “Con todo, First Two Pages of Frankenstein no sólo nos cerciora de la habilidad ya conocida de sus responsables para adentrarnos en un mar de espesa bruma y desolación, a través de relatos de amor caduco y languidez perenne, sino que también hace las veces de particular faro y guía para las más angostas travesías que les hermanan con sus oyentes”.

No puedo estar más de acuerdo; disco a disco todo es conversar con The National -grupalmente- y con Matt Berninger cara a cara, verso a verso -Machado y Serrat dixit-; más allá de que los hermanos Dessner sigan dando cátedra de refinamiento y emotividad aplicada al indie rock, es ese crooner apesadumbrado quien se queda con el truco final.

Casi aparecen como datos al calce la participación de Sufjan Stevens en la inaugural “Once Upon A Poolside” y la presencia de la magnífica Phoebe Bridges en dos temas: “This Isn’t Helping” y “Your Mind Is Not Your Friend”; quedan casi como meras anécdotas -hay que ser sinceros-, mientras que de ese ídolo blondo de pies de barro llamado Taylor Swift me ahorro cualquier detalle extra a decir que hace coros en “The Alcott” e hizo una líneas.

The National y las letras de Matt dan cuenta del peso que representa ser adulto y experimentar fracasos y pérdidas, pero siempre encuentran la estrategia para reivindicar la grandeza aún en medio del extravío y las constantes dudas.