UNA SOMBRITA – lajornada-hidalgo-prod

Garlito

Durante muchos años, un siglo casi, la relación entre gobiernos y ciudadanos no era del todo equitativa y se observaba en la obra pública, mejoramiento de colonias y fraccionamientos, cuando estos sectores votaban por tal o cual candidato; colonias de la ciudad que eran atendidos por los votos recibidos, alumbrado público, rehabilitación de calles, pintura a casas, seguridad, transporte, ah pero si ese barrio no votaba por los antiguos del viejo régimen, no recibían ningún apoyo, ni luz, ni agua, ni recolección de basura, era el castigo de las autoridades por los sufragios no emitidos; así se abandonó a sectores habitacionales populares y no había un trato digno, humanitario, a la ciudadanía, teníamos gobiernos que no querían a su pueblo.

Sol

Las cosas cambian afortunadamente, ahora hay una perspectiva y una filosofía gubernamental, donde el ser humano, no los votantes, el ser humano es la base fundamental de la transformación, donde el humanismo a diferencia de las antiguas ideologías políticas, no es selectivo, es inclusivo y busca otorgar soluciones a los problemas de aquel ente por el que se trabaja, en este caso el pueblo de Hidalgo y no como hasta hace unos meses, en que se laboraba para una camarilla bien organizada de delincuentes en el gobierno; se apoyaba a asentamientos humanos identificados con los anquilosados, hoy difuntos antiguos partidos políticos y a los contrarios nunca se les daba nada; ese era el estilo de gobierno de la dictadura muerta.

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Ahora el gobierno es como debió ser siempre, primero el pueblo, ese pueblo desdeñado, odiado, ignorado, ultrajado por sus propios gobernantes, al grado que se decía de vez en vez era bueno darse un baño de pueblo, muestra de que siempre nos vieron como sus siervos, sus peones, sus esclavos, sus lacayos; poca atención recibía ese pueblo para cosas tan comunes y cotidianas pero que cambian la perspectiva en la relación, que la gente tenga donde guarecerse de una lluvia repentina, que los pasajeros del transporte tradicional en barrios altos y todos las paradas del transporte, tengan sombra y asientos útiles, que en vez de tirar árboles y construir planchas de cemento, propiciar la naturaleza, abrir espacios para el disfrute de la ciudad sin tener que sufrir los estragos de las inclemencias del tiempo, pocos son los jardines con sombra, parece estar de moda el sol sofocante del desierto en que se ha convertido la capital del estado.

Sombra

Se nos dice que es urgente resarcir el tejido social y vital recuperar los espacios públicos para que no sean guaridas de delincuentes o indigentes, pero en esos espacios a merced del clima, son imposibles de visitar por falta de una sombra, asientos para descansar y pasar una tarde a gusto con quien sea; ejemplo de nefasto error es la Plaza Independencia, donde simplemente no hay sombra para guarecerse del sol quemante, mismo error de hace más de 40 años, quitar árboles, jardineras y bancas a la explanada de la Plaza Juárez, donde una sombra es muy codiciada, ocasionando que el peatón o paseante se aleje del lugar; en el antiguo Río de las Avenidas, donde ahora hay una galería al aire libre, salvo muy temprano o por las noches se puede visitar, pues los fenómenos climáticos impiden disfrutar ese lugar que luce solitario siempre, urge una ciudad amable.

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La capital del estado hace algunos años, no tenía el grado de calor que ahora tiene, el desmedido uso del cemento, asfalto y el tráfico vehicular, la convirtieron en un desierto sin agua, ni sombra, pero tampoco oasis; es buen tiempo de brindar a los ciudadanos una ciudad que atraiga caminarla, vivirla en sus jardines, disfrutar de sus plazas, bancas con sombra ya que sin ella son obsoletas, se puede ver a lo largo de la avenida Juárez, esas banquitas en breve serán destruidas o utilizadas por comerciantes fijos y ambulantes en una agandalle en despoblado; colocar tapancos, toldos, techos, más bancas, facilitar la posibilidad de cubrirse del sol o lluvia, hará que la gente recupere ese espacio y demostrará que el actual gobierno estatal tiene como prioridad al ser humano, no a los votantes, demostrar amor por el pueblo, ese sufrido y leal pueblo de Pachuca.