El influjo del sueño en el aprendizaje

El dormir bien y lograr un descanso real es importantísimo para la salud y se extiende al buen desarrollo de todas nuestras actividades, sin duda, la vida escolar está ligada a este concepto para lograr mejores resultados.

A propósito de que esta semana se celebró el Día Mundial del Sueño, interesantes datos, estadísticas y actividades dieron cuenta de la importancia de dormir bien, en centros educativos la concientización de lograr un buen descanso se hizo presente.

En las personas, de la mano con el avance en la edad el sueño se modifica, se duerme mucho más de bebé que en la vejez, la recomendación para un adulto es en promedio 8 horas y tampoco es adecuado dormir más de la cuenta pues existe evidencia científica de afectaciones por esta causa.

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A lo largo de esta semana, instituciones y especialistas presentaron números en torno a los trastornos del sueño y es alarmante como la población en general presenta un incremento en este renglón, un descanso insuficiente relacionado con el sueño puede alterar la calidad de vida.

El influjo del sueño en el aprendizaje es un tema mucho más amplio y con extenso aporte científico, de manera consuetudinaria en la vida escolar, el buen descanso asociado al sueño juega un papel elemental, a veces percibimos alumnos desganados, dispersos, irritables, que bostezan o que se duermen en clase y muchas veces se asocia a la falta de un descanso adecuado por dormir mal.

El sueño está estrechamente ligado a procesos cognitivos y funciones tan complejas como el aprendizaje, estudios revelan que la privación de éste, produce una desaceleración en la velocidad de comprensión, disminuye la atención, causa problemas en la consolidación de la memoria, se refleja en el estado de ánimo y comportamiento en el aula.

Por experiencia propia, identifico que muchos escolares reducen sus horas de sueño por dedicarlos a dispositivos electrónicos (especialmente el celular), la falta de supervisión de los padres, o bien, por decisión propia, los lleva a dormirse muy tarde y esto les impacta negativamente en su rol de estudiantes.

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Durante la pandemia las alteraciones del sueño se dispararon y persisten, si la disfunción del sueño es recurrente, lo recomendable es acudir con un especialista, de manera general, algo que compartimos con el estudiantado y que puede funcionar para fortalecer el sueño, es procurar una buena alimentación, activación física, gestionar los mismos horarios para dormir, así como desconectarse de aparatos electrónicos al menos una hora antes de ir a la cama.

Ya para resumir este Apunte, me remito a la sabiduría popular que se impone cuando decimos “Necesito consultarlo con la almohada”, pues da cuenta de todo lo que representa tomar adecuadas decisiones y estar óptimo después de un buen sueño.