Padres abandonan a sus hijos con sus abuelitos

Tras varios años separada de su exesposo Samuel Islas, Mariana Bautista tuvo que regresar a la casa de su expareja hace año y medio luego de que una de sus hijas le dejara, de un día para otro, a sus cuatro hijos, dos de ellos producto de un embarazo gemelar y con discapacidad.  

La abuela recordó que hace tres o cuatro años su nieta con parálisis cerebral fue hospitalizada una semana por neumonía y fue diagnosticada con desnutrición, “era un esqueleto, y entre broma y broma (después de que fue dada de alta), como la niña fue muy apegada a mí, le dije a mi hija que me la diera y me la dieron, así nomás”.  

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Aunque accedió a cuidarla, siempre buscó el apoyo económico de sus progenitores, pero no recibió respuesta positiva, por lo que tuvo que solventar los gastos de rentar un cuarto para ellas, alimentación y buscar apoyos de instituciones gubernamentales para tratar su padecimiento; además, pensó en llevar a cabo los trámites para obtener la patria potestad de la menor, pero no pudo hacerlo.  

Esto, ya que hace un año y medio su hija fue a buscarla para dejarle “encargados” a sus otros tres hijos bajo el argumento de que tenía que irse a trabajar fuera del estado, pues en Pachuca no había oportunidades laborales. La última vez que tuvo contacto con ella fue hace unos días y le dijo que estaba en Guadalajara.   

La madre de los infantes no cuenta con teléfono celular, por lo que se comunica “cada vez que puede”, ya sea por llamada o videollamada. Aunque manda “algo de dinero”, no es suficiente para solventar los gastos, ya que los medicamentos que requieren los gemelos (niña y niño) con discapacidad cuestan entre mil 500 y más de 2 mil pesos; además, de otras cosas que necesitan para el cuidado de su salud.  

“Hace un mes operaron a la niña para ponerle una sonda; no puede comer por la boca porque se broncoaspira, tiene displasia pulmonar, es la más delicada de los dos. Al otro a lo mejor le detectan autismo, porque quiere la música en el oído y muy fuerte”; asimismo, hace algunos meses ambos presentaron ataques epilépticos, necesitan medicamento y ser estimulados para obrar.  

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Además, Mariana pensó en sacar de la escuela al niño mayor de 9 años, pues debido a que los gemelos necesitan mayor atención, no podría llevarlo, ayudarle con las tareas o atender lo que requiera para su educación, pero el abuelo Samuel impidió tal situación, ya que consideró que le haría bien continuar sus estudios que quedarse en casa; además de que se encargaría de dejarlo e ir por él a la escuela.  

“El papá se niega a apoyar, quiso una oportunidad hace 15 días y se la iba a dar, pero se enojó porque le pedí una hoja firmada donde se comprometía a venir a ver a los tres. El grande necesita mucho apoyo, es muy inteligente. Cuando operaron a la niña nunca me apoyó, ni a cuidarla ni para venir a darles una vuelta a sus hijos”, refirió.  

La bebé de 2 años también requiere de atención, aunque ella es hija de otro señor que tampoco respondió por ella.  

Planes de los abuelos se pospusieron   

Samuel y Mariana son padres de tres jóvenes, la madre de sus nietos, una joven que está por concluir la licenciatura en Ciencias de la Educación y otro que estudia el bachillerato.  

Cuando se separaron, Samuel se quedó con los dos estudiantes; en una habitación dormía él solo y en la otra su hija y su hijo, cada uno en camas matrimoniales por separado, también contaban con cocina-comedor.  

El plan era remodelar la casa, poner loseta en el piso de los cuartos y echar la loza al cuarto de sus hijos, así como dividir la habitación para que cada uno tuviera su privacidad, pero sus planes cambiaron de un día para otro, pues su exesposa le pidió apoyo para que le permitiera vivir a ella y sus cuatro nietos en su casa, pues en donde rentaba no cabían.  

Situación que aceptó, por lo que tuvieron que reacomodarse, en la habitación de Samuel se quedan él y su hijo, en la otra duermen su hija, la bebé, el niño mayor y la niña con discapacidad en una cama, mientras que en la otra el niño con discapacidad y la abuela.  

El hombre de 54 años aseguró que para sacar adelante a sus nietos e hijos ha enfrentado diversos problemas, como el que una señora, a pesar de demostrar que su nieta estaba hospitalizada, le exigió un reembolso por no entregar el trabajo que le pidió, por lo que tuvo que empeñar cuatro puertas que otro cliente ya le había pagado. El dueño de las puertas no se enteró de dicha situación, pues Samuel pudo sacarlas poco a poco y entregarlas.  

Mariana recolecta pet y latas para venderlas, además de asear casas; Samuel hace trabajos de herrería, carpintería, albañilería, entre otros oficios; esto, con el fin de solventar sus gastos y el de su familia, incluidos sus nietos.  

Los abuelos piden apoyo con pañales, leche, toallitas húmedas, papel higiénico, entre otros, por lo que quienes quieran apoyar pueden contactar a la abuela en el número 771-185-9555. 

Por: Adela Garmez