Con un actuar cuidadoso, pero con posición firme la dirigencia de la Sección XV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) transitó bien y evitó el conflicto logrando que la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) pagara el aguinaldo al personal homologado que rondó globalmente en los 128 millones de pesos.
El riesgo de un rompimiento estuvo presente, pero se diluyó con la disposición al diálogo, evitando protestas que no convienen a la entidad en esta etapa de cambio de régimen, aunque hubo quien pronosticó tensión en las negociaciones lo que fue todo lo contrario en el discreto encuentro entre el gobernador Julio Menchaca Salazar, el secretario de Educación Natividad Castrejón Valdez y el dirigente sindical Said Vargas Sáenz.
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Ahí se mostraron tres cosas: voluntad política del gobernador que tiene como prioridad la educación; la operación política del secretario y la habilidad del dirigente sindical para llevar a la mesa no sólo el retraso en el pago de aguinaldo a los poco más de 2 mil 600 homologados, porque llevó un pliego petitorio con temas estratégicos que conforme se resuelvan serán respuesta a las demandas del magisterio.
En este escenario no faltó quien intento meter ruido y filtraron quejas sobre persecuciones que no se han probado, por el contrario, la política de acudir a los centros de trabajo le está dando buenos dividendos a la Sección XV y existe un cierre de filas en torno a Vargas Sáenz que consolida al equipo y esta generando la reconciliación en diferentes regiones de la entidad.
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La posición del SNTE, también fortalece a su brazo político que participó de aliado electoral para concretaren las urnas el cambio de régimen contribuyendo con 81 mil votos al triunfo de Julio Menchaca, sin que esto haya sido a cambio de posiciones o cargos en la estructura gubernamental, porque se privilegió el proyecto donde la educación tiene un papel preponderante.