Como sea, este 2020 pandémico ha sido un año importante para el avance de los derechos de las mujeres tanto en la política exterior y el avance de la paridad en nuestro país. Cerramos con tres logros:
La primera, la elección de la abogada Leticia Bonifaz, quien es a partir de noviembre integrante del Comité para la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por sus cifras en inglés), que es un mecanismo perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el cual hace una revisión continua de los avances de los derechos de las mujeres de los países integrantes de la ONU, a través de los informes enviados por los gobiernos, pero también de los informes sombra realizados por diversas organizaciones de la sociedad civil, de las cuales la Dra. Bonifaz ha sido una gran aliada y defensora como en su momento de la despenalización del aborto en la CDMX; por supuesto, anterior a esto ha ocupado importantes cargos (que no cabrían en esta columna) en el gobierno federal y estatal, así como catedrática de la UNAM.
La segunda noticia es que fue electa la primera abogada mexicana como jueza en la Corte Penal Internacional para el período del 2021 al 2030. No es ninguna improvisada puesto que ha ocupado antes diversos cargos en el servicio exterior. La CPI cobra relevante importancia porque es el tribunal internacional donde se juzgan a los culpables de crímenes de guerra, genocidio u otros crímenes graves para la comunidad internacional.
Por último y no menos importante, es la ratificación sobre la paridad en gubernaturas para que lo cumplan los partidos políticos y que los congresos locales legislen previo al inicio de los próximos procesos electorales.
Avanzamos, porque a los derechos de las mujeres ya nada los detiene.
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