Garlito
Entre muchas causas que obligaron a millones de mexicanos a atender el llamado mundial de vacunarse contra el covid-19 y tratar de frenar la pandemia que no afloja su veloz paso de contagios, sin duda obedeció al conocimiento que tenemos sobre la realidad del sector salud en nuestro país, sus grandes deficiencias, sus eternas carencias, la precariedad en que se encuentran clínicas y hospitales, centros de salud y módulos de atención, así como el hacinamiento de pacientes, falta de personal y medicamentos, por solo mencionar los más conocidos, el mexicano ante su circunstancia, decidió la vacuna antes que caer en el IMSS o ISSSTE.
Aguja
En términos generales, la pandemia covid-19 no se detiene y sus distintas y constantes variantes complican la situación, si bien en cierto que hay países con una estrategia más eficiente que en otros, no solo en la aplicación sino en las campañas persuasivas hacia la población sobre la importancia de la vacunación, en otros ni siquiera hay datos confiables de su realidad, naciones que carecen de información sobre dosis aplicadas y total de personas con por lo menos una vacuna y sorprende naciones del primer mundo son las que enfrentan mayor oposición, los países musulmanes cuentan con índices altos de inmunizaciones, América Latina con buena aceptación y es África el continente con menor número de vacunados y poca información al respecto.
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Para la Organización Mundial de la Salud, hasta este enero del 2023, el esquema completo para cada individuo deben ser cinco aplicaciones con la gran probabilidad de una más al fin de año, se estima que la vacunación anti coronavirus, será dos al año y solamente cuando se alcancen índices de vacunación altos en todo el mundo, así como los avances científicos, será de una dosis por año, sin explicar hasta cuando, investigadores aseguran que con dos años más de campañas intensivas en el todo el orbe, permitirán controlar los contagios y su agresividad descenderá, solo siempre y cuando la mayoría de la población esté al corriente en su esquema del antivirus, la interrupción del esquema de vacunación no garantiza inmunización y si una persona pasa un año sin el antígeno, es como si nunca hubiera recibido una y el peligro de muerte es real.
Hipodérmica
Sin ser un ejemplo mundial México es país que sí atendió el llamado de la vacunación, el saber de las deficiencias de nuestro sector salud, fue sin duda un incentivo al menos en las tres primeras dosis, sin embargo el entusiasmo y temor por la enfermedad bajó drásticamente y millones de mexicanos ya no acudieron por su tercera o cuarta dosis, rompiendo con una estrategia que hasta el momento nadie puede contradecir, asimismo se relajaron las medidas de seguridad y los contagios continuaron con una enfermedad más controlable, de ahí el espejismo que nos hizo suponer que esto concluía, en este 2023 el panorama ser obscurece y la pandemia puede repuntar como está sucediendo en China donde se ha aplicado esta cifra indecible: 3, 403, 643, 000 dosis anti covid-19.
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La OMS el año pasado consideraba que para poder controlar la pandemia, debería estar vacunado el 10 % del total de la población de todos los países con su esquema completo, cosa que no sucedió y su efecto fue reversible, China y Europa inician este 2023 siendo nuevamente el epicentro de la pandemia y son los países más ricos los que mayor cobertura tienen Asia y América avanzan en sus inmunizaciones pero el desfase que ya existe entre los que ahora deberán tener cinco dosis aplicadas con los de una dos o tres, pone en riesgo toda la estrategia ya que hay una brecha entre los vacunados y los medio vacunados, la conciencia individual es la respuesta al problema global.
En México hasta el 3 de enero del 2023, 225 millones 63 mil 79 dosis aplicadas, con un total de 99 millones 71 mil personas vacunadas con el esquema completo dos vacunas y tres refuerzos 82 millones 652 mil 919 individuos completamente inmunizados, huelga decir que estas personas si enfermaran sería solo un catarro fuerte, los de menor número de vacunas el virus podría hacer graves estragos durante y después de la enfermedad, la pandemia no cede y sí el ser humano, la amenaza continua que de estar tan cerca ya no la consideramos peligrosa, totalmente equivocados.