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El mundo del futbol está de luto con el fallecimiento de Edson Arantes do Nascimento, sin embargo, en el cielo están de fiesta con la llegada a la eternidad del que para muchos es el mejor jugador de balompié en la historia: ‘Pelé’.
Acaecido a los 82 años, O’ Rey partió del plano terrenal el pasado 29 de diciembre de 2002, luego de librar una dura batalla de poco más de un año contra el cáncer, y este lunes 2 y martes 3 de enero del nuevo año será homenajeado en sus funerales en el Estadio Urbano Caldeira, mejor conocido por Vila Belmiro de la ciudad de Santos en Brasil, donde todos los aficionados podrán brindarle a Pelé el último adiós.
Nacido de cuna humilde un 23 de octubre de 1940 en la comunidad de Tres Corazones en Minas Gerais; Edson se inició profesionalmente en el futbol a los 16 años de edad en el Club Santos de Brasil, donde rápidamente se convirtió en ídolo de las multitudes de aquella ciudad al marcar 643 goles en 659 partidos oficiales, y levantar entre 1956 y 1974 múltiples títulos nacionales e internacionales, entre ellos 10 Campeonatos Paulistas, 4 trofeos del Torneo Río-São Paulo, 6 Brasileirãos, 2 Copas Libertadores de América, 2 Copas Intercontinentales, así como una Supercopa de Campeones Intercontinentales.
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La meteórica y exitosa carrera de Arantes do Nascimento lo llevaron muy pronto a la Selección Brasileña, con la que se convirtió en un hito de las Copas del Mundo al marcar 12 goles en los 14 duelos que jugó, y levantar 3 trofeos Jules Rimet en los 4 certámenes internacionales en los que participó, para así convertir al ‘Scratch du Oro’ en el primer tricampeón del mundo y adueñarse definitivamente de este galardón.
En su primer mundial a los 17 años de edad en Suecia 1958, donde se coronó por vez primera, Pelé fue el futbolista revelación del torneo, tras debutar al ante la Unión Soviética y anotarle un gol a Gales en los Cuartos de Final, un hat-trick contra Francia en las Semifinales y un doblete en la final contra los anfitriones.
A pesar de que en Chile 1962, el astro brasileño no llegó en plenitud de facultades debido a una lesión, pudo colaborar con un gol en los 2 partidos que disputó para que posteriormente Brasil se impusiera 3-1 en la final ante Checoslovaquia para ganar el bicampeonato en el Estadio Nacional de Santiago.
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4 años después, la Canarinha no pudo pasar de la ronda de grupos aún de vencer a Bulgaria y caer ante Hungría y Portugal en Inglaterra 1966, donde Pelé marcó nuevamente 1 gol en los 2 partidos en los que alineó.
Fue en México 1970 donde llegaría la consagración de O’ Rey al ser factor determinante dentro de un cuadro plagado de estrellas como Gerson, Tostao y Rivelino, al marcar 4 goles en los 6 duelos que enfrentó, uno de ellos en la final ante Italia, para levantar así la tercera Copa del Mundo para la ‘Verdeamerela’ en la mítica cancha del Estadio Azteca.
Además de las camisetas de Santos y de Brasil, el astro brasileño vistió en la recta final de su carrera la playera del New York Cosmos en Estados Unidos, donde se retiró para concluir con un récord de 1279 goles en 1363 partidos, 778 en partidos oficiales, 77 jugando para su país.
Sin embargo, más allá de esa polémica de los goles, los mundiales y la insistencia de afición y expertos de darle a cada jugador un lugar entre los mejores futbolistas de la historia, esta vez, queridos lectores de ‘Epopeyas… de hidalgos, heroínas y otras gestas deportivas’, debemos reconocer que Pelé marcó un antes y un después en el futbol, y su nombre trascendió más allá del deporte mismo. ¡Gracias por todo tu legado O’ Rey! Descansa en paz.