Durante 35 años la familia de Crisóforo Contreras Madrid y su esposa, Dolores García Mellado, ha instalado, pieza por pieza, un nacimiento de aproximadamente tres metros de largo y metro y medio de ancho. Está la vista en calles céntricas de Tulancingo. Lo instalan en dos semanas, en tiempos de descanso. Hablar de esto sirvió para una amena charla con el jefe de la casa, quien enfatiza que se mantienen incólumes vínculos que los unen.
A los 68 años, Contreras Madrid, pachuqueño, se considera hombre satisfecho de su vida. Ingeniero industrial mecánico, ingresó al Instituto Tecnológico de Hidalgo, en el que su mamá, Consuelo Madrid, impartió clases durante 44 años.
Él fue catedrático en diversos planteles y en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH). Su papá, Javier Contreras, donó 35 hectáreas para la edificación de la Ciudad del Conocimiento en la UAEH.
En sus ayeres, fundó el Primer Colegio de Ingenieros, del Grupo Ecologista del Valle de Tulancingo, trabajó en la compañía Real del Monte y Pachuca. En paralelo, se integró al equipo de futbol americano Mastines. Con otros jugadores, recientemente le rindieron público reconocimiento a Manuel Neri Fernández, excelente jugador de los Pumas de la UNAM y a la postre productivo entrenador.
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Contreras fue reconocido como inmortal desde el 2018, por el Salón de la Fama de Futbol Americano de México, por integrantes de la Cámara de Diputado de la LXIV Legislatura.
Cuando estudiaba, estuvo a un metro de distancia de Luis Echeverría, en visita a Pachuca, y de Manuel Sánchez Vite, gobernador de Hidalgo. No cruzaron palabra. Fue parte de las redes juveniles del priismo, aunque después se retiró. Se declara apartidista.
Al pasar los años incursionó en el sector privado. Concretó una inversión en un restaurante. En este, sobre un muro hay fotos en blanco y negro de actores que fueron parte de un exitoso cine mexicano. Aparecen, entre otros, Pedro Infante, Jorge Negrete y la radiante hermosura de Miroslava.
Más hasta ahora, en su activa existencia, sin titubeos, concluye que para él lo más importante es su familia, la que ha formado con su esposa, Dolores García Mellado, sus hijos y sus nietos.
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“Me permiten seguir adelante con mis sueños, con respeto, lealtad y el inacabable verdadero amor”.
Aborda el nacimiento instalado en Tulancingo en un negocio de mensajería, en la esquina de las calles Independencia y Bravo. Tras los cristales luce como un mágico juego de luces; ya adentro impresiona. No se encuentran palabras para explicar la grata sensación que provoca; uno enmudece. Carlos Rodríguez, contagiado por esa misma impresión, captó imágenes. Son su testimonio.
Hay alrededor de 150 figuras de diversos tamaños, entre ellas dos de 150 años de antigüedad de San José y la Virgen María. Después, el matrimonio detalla los Cinco Misterios del Gozo.
Primero, anunciación del nacimiento de Jesús por el arcángel Gabriel a la Virgen María. Segundo, la Virgen habla con su prima Isabel, que estaba embarazada de Juan Bautista, primo de Jesús. Tercero, el más conocido, nacimiento de Jesús. Cuarto, presentación del Niño Jesús en la iglesia, y, Quinto, cuando el Niño Jesús se pierde y es encontrado por sus padres al dialogar con el grupo de Ancianos Sabios.
Relatan que San Francisco de Asís inició la tradición del primer nacimiento, con permiso del Papa vigente. México lo retomó de España. Desde entonces es tradición.