Los Premios 2022 Margarita Michelena visibilizan los trabajos de traducción

Los premios de Traducción Literaria Margarita Michelena, en narrativa y poesía, son una puerta para visibilizar al gremio, dijo la galardonada en este año, Mar Gámiz Vidiella en entrevista exclusiva para La Jornada Hidalgo.  

“Durante mucho tiempo hemos bebido de traducciones, han alimentado la discusión académica y cultural, sin embargo, seguimos leyendo los libros y no ponemos atención de la persona que puso esas palabras en nuestro idioma”, externó la traductora originaria de la Ciudad de México.  

Gámiz Vidiella mencionó que hasta 2018 no había un reconocimiento en nuestro país para la labor de las y los traductores editoriales, pero llega el premio Margarita Michelena y “es una gran noticia, porque ésta es una labor en la que se necesita sobre todo visibilización”.  

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Hizo evidente que, gracias a la lucha del gremio, se ha ganado conciencia sobre la importancia de reconocerlos, es verdad que ya empieza a aparecer el crédito del traductor en la página legal, pero con más dificultad aparece en las portadas.  

Sin embargo, el tema del reconocimiento intelectual no sólo afecta en lo profesional, también en las condiciones laborales, “todavía la profesión necesita consolidarse a los ojos de los que dan el trabajo, que son las editoriales”, explica.  

Así, el hecho de que exista un premio que visibilice el trabajo del traductor editorial, aporta una ayuda y promueve la concientización en las editoriales, a que estén más dispuestas a negociar mejores condiciones de pago.  

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Además, en el mundo de las letras, genera mayor comprensión de que “los traductores son autores de sus traducciones y que, como tal, tienen derechos sobre su texto derechos, que casi siempre las editoriales se quedan a perpetuidad, es decir que los traductores no pueden después explotar el producto de su trabajo”.  

El que algunas editoriales paguen un poco por alguna traducción, implica en muchas ocasiones que los traductores no vuelven a ver el fruto de su trabajo, ni moverlo a otras editoriales.   

Aseveró Mar Gámiz que hace falta poder reconocer que el trabajo de traducción es semejante o idéntico al de un autor, “es un trabajo creativo”, así como sus peculiaridades y grado de dificultad.  

“Por eso es una maravilla que exista un reconocimiento por una parte oficial como la Secretaría de Cultura y en este caso el gobierno de Hidalgo”.