El Partido Revolucionario Institucional (PRI) enfrenta una de las peores crisis internas que sacude particularmente a los grupos en Hidalgo, que ostentaron el poder público en los últimos 30 años, que tendría como principal consecuencia la caída de estructuras, desbandaba de militantes, fuga de operadores y bajar aún más en las preferencias electorales.
La dupla Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, parece escoger los últimos días del año, para imponer su voluntad, ya sea candidaturas o estatutos en el Consejo Político Nacional para ampliar su permanencia en la dirigencia nacional y con ello decidir el rumbo que tendrá lo que aún queda del tricolor en las próximas elecciones.
Hace justo un año, la misma mancuerna en una sesión igual de Consejo Político, cedieron la candidatura al Partido Acción Nacional (PAN), para competir en alianza en las elecciones a gobernador de Hidalgo, así, Carolina Viggiano se convirtió en la abanderada de “Va por Hidalgo” y lo demás es historia, hoy buscan modificar los estatutos para postergar más allá de agosto del 2023 su permanencia en la dirigencia nacional.
Y fueron los integrantes del grupo Hidalgo los que se inconformaron encabezados por el senador priista Miguel Ángel Osorio Chong y le siguieron algunos más como la senadora Nuvia Mayorga, los diputados locales, Roberto Rico Ruiz y el ex gobernador Omar Fayad quien desde hace más de un mes había convocado al “priismo nacional” a recurrir a las autoridades electorales para garantizar el proceso de renovación.
Pero hasta ahora, las condiciones se mantienen igual, Carolina Viggiano incluso, estuvo en las últimas horas en una reunión de la CNC en el estado, lo que se entendió como un desafío a las expresiones críticas y más aún, confirmar que se mantiene firme también en la intención de apoderarse de la dirigencia local.
El escenario priista es el peor que pudieron encontrar después de haber perdido la elección a gobernador, enfrentados, sin rumbo, divididos y sin una estrategia para convertirse en una oposición real, lo que vislumbra un escenario complicado que desgastará las estructuras que tienen al interior del estado.
Por eso quizá, cobra vigencia el planteamiento de los operadores políticos del actual gobierno, “los priistas no requieren de ningún esfuerzo para contenerlos o negociar, ellos mismos se acabarán en su lucha por el botín de lo que queda”.
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