Cuando me imagino el mundo que queremos para las mujeres, lo primero que se me viene a la cabeza es que sea libre de discriminación y de violencias(s), vamos conmemorando las luchas ganadas, el acceso al voto, a poder ser electas para un puesto público a decidir, el feminismo ha sido parte de uno de los movimientos sociales cada vez más presentes en las calles, en las casas, en las conversaciones, pero yo siempre quiero remembrar la genealogía feminista, uno de los derechos que más se han exigido en la última década es el acceso al aborto, vemos las redes inundadas de corazones verdes y jóvenes marchar con sus pañuelos llenas de glitter, cuando hace pocos años éramos un puñado y casi nadie sabía en los gobiernos sabían que eran los derechos sexuales y reproductivos, por eso hoy quiero traer a la memoria a las SIPAMeras, que en la década de los ochentas impulsaron precisamente la organización Salud Integral para la Mujer (SIPAM) cuando casi nadie o nadie hablaba de salud sexual y reproductiva sobre todo en las colonias populares dando talleres y pláticas con las mujeres de la importancia de la salud con un enfoque feminista ahora nos parece irrisorio pero incluso brindar información sobre métodos anticonceptivos y la prevención del VIH era algo que nadie hacía con las mujeres todo eso haciendo incidencia, recientemente se les dio una mención honorífica en la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX por toda esta trayectoria de 35 años, en la que debemos mencionar a Mercedes que ahora sin toda esta situación de criminalización podemos decir que en esa década las mujeres tenían una opción para poder acceder al aborto seguro (pero en ese momento más estigmatizado y clandestino), Maru Chávez pionera de las radios comunitarias y del periodismo feminista que logró junto con otras la concesión de la primer radio feminista en México Radio Violeta, Pilar cariñosamente llamada La China que junto con Ana María han impulsado en Oaxaca una casa para defensoras que están en grave riesgo por persecución y/o desplazamiento La Serena, que han impulsado el autocuidado de varias defensoras con sus palabras y saberes en América Latina , que decir de mi admirada Maru Romero que donde se menciona su nombre lo primero que se viene a la cabeza de muchas es generosidad y que a lo largo de los años he podido constatar pero añadiría toda una inteligencia para abrazar al movimiento feminista de todo el país. SIPAM además organizó un tribunal ciudadano en la antigua escuela de medicina a la que convocaron a la hidalguense Carmen Rincón para dar su testimonio de lo que ocurrió en Hidalgo sobre la violación de sus derechos sexuales y reproductivos y en algunas ocasiones algunas vinieron a marchar para acompañar su exigencia de justicia.
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Hablar de SIPAM es hablar de la historia del movimiento feminista en México, hablar de ellas individualmente es decir que son mujeres brillantes, festivas y sonrientes, pero no me alcanzan las letras para decir todos los aportes que han hecho a la genealogía feminista. Larga vida a las SIPAMeras, con salud, bienestar y por el porvenir de todo lo trabajado.
Nota al calce: Varias feministas hidalguenses, integrantes de organizaciones, periodistas, firmamos una carta de apoyo para la Mtra. Concepción Hernández para ser titular de la CEAV, la cual no fue puesta en la página oficial, como las otras cartas. Esperamos que se mejoren en adelante estos procesos en la Secretaria de Gobernación.