La corrupción al interior de Petróleos Mexicanos (Pemex), así como la incursión de grupos delincuenciales dedicados al trasiego y comercialización de combustible robado formaron parte de la explosión en Tlahuelilpan, en donde murieron 123 personas en enero de 2019.
Datos revelados por Archivero Expedientes, con base en documentos filtrados por Guacamaya que dan cuenta de los informes de inteligencia del Ejército mexicano, refieren que tres trabajadores de Pemex operaban el robo de combustible en esa zona.
Si bien los gobiernos federal, estatal y municipales se enfocaron en atender la tragedia que dejó en un primer momento más de 70 muertos, de los responsables no se informó y tampoco de quienes operaban esas células criminales.
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“Estos documentos permiten reconstruir la tragedia, pero también conocer quiénes estuvieron involucrados, y se trata de un trabajador pensionado y dos trabajadoras, mujeres jóvenes en activo, formaban parte de dos bandas: la del ‘Patrón’ y la de ‘Los Márquez’ en Tlahuelilpan”, se indicó según el análisis de Archivero.
De estos grupos delincuenciales se desconoce su actuar a detalle, pues habrían sido identificados como tema se seguridad por parte del Ejército que ese día, en particular, sí tenía presencia en el sitio de la explosión, a unos metros del ducto perforado.
Apenas otras filtraciones de Guacamaya habrían revelado que un directivo de la Zona militar habría recibido sobornos en agosto pasado para permitir a un grupo delincuencial la extracción del hidrocarburo en la zona del ducto Tuxpan-Tula en su paso por Hidalgo y Tlaxcala.
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Desde 2018 datos de Petróleos Mexicanos revelaron que Hidalgo era una entidad con una creciente actividad en el robo de hidrocarburos y se colocó en el primer lugar por el número de tomas clandestinas, que ese año alcanzaron 2 mil 111, pero ni la tragedia aminoró el fenómeno, pues 2019 concluyó con 4 mil 29 tomas ilegales identificadas.
Y para 2020 se llegó a las casi 5 mil tomas ilegales para la extracción de distintos hidrocarburos, que van desde gasolina magna y premium, hasta diésel e incluso turbosina y gas LP.
Desde 2010, en la región de Tula, por su cercanía a la Refinería Miguel Hidalgo, Pemex tiene registros de robo de hidrocarburos en el ducto Tuxpan-Tula y Tula-Salamanca, por lo que los casos de extracción ilegal tienen décadas de existencia.
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