Luego de su salida del Centro de Reinserción Social de Pachuca, el exdiputado federal, Cipriano Chárrez, así como sus seguidores del Movimiento Social Patriótico, guardaron silencio y evitaron pronunciarse en torno al resguardo domiciliario que alcanzó el líder social.
Si bien se había anunciado una supuesta reunión en la localidad de Villa La Paz, Ixmiquilpan, donde tiene su residencia el exalcalde, esta no se llevó a cabo y no se informó de los motivos de la cancelación.
Sin embargo, aun con la invitación difundida en la región vía WhatsApp, está quedó postergada.
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Al exdiputado federal la juez de control le concedió un cambio en la medida cautelar este sábado, de prisión preventiva a resguardo domiciliario por motivos de salud, circunstancia por el que abandonó el Cereso esa misma noche, acompañado por su familia, sus abogados y resguardo policial.
En su cuenta de redes sociales aun no ha externado su sentir tras pasar las primeras noches en su casa ubicada en Ixmiquilpan, pues desde el 26 de septiembre compartió un escrito a mano en el que refería el caso Ayotzinapa, pero advirtió que “gracias a los tribunales federales estoy cerca de lograr mi libertad”, y firmó como preso político.
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Aun sin iniciar su juicio (causa 284/2019) por el homicidio culposo y omisión de auxilio por hechos ocurridos el 06 de octubre de 2018, en donde un joven de 21 años de edad murió tras un accidente vehicular, el exdiputado federal está amparado y logró la reclasificación del delito de doloso eventual a culposo.
A cuatro años del hecho, Charrez Pedraza sigue enfrentando los señalamientos, pero el proceso se ha alargado porque no se ha aceptado el abreviado por parte de la familia, ni por parte de la representación social, quien en varias audiencias ha manifestado que los parientes del fallecido tienen temor de la salida del exalcalde, pues es un hombre con poder social.