La repatriación de migrantes hidalguenses que buscan mejores oportunidades laborales en Estados Unidos llegó a las 4 mil 504 personas este agosto de 2022. El incremento es de 24.7 por ciento comparado el mismo periodo del año pasado.
Ante una crisis económica y de oportunidades laborales en Hidalgo y el país propiciadas por la pandemia, el número de personas repatriadas se incrementó este año en 895, la mayoría varones, pero también adolescentes que busca dejar la pobreza en sus lugares de origen.
A penas este lunes, los restos de Omar Reyes, joven de 20 años de edad que buscaba una mejor oportunidad para trabajar en E. U., serán reclamados en la Fiscalía de Chihuahua, luego de once meses de búsqueda por parte de su familia y las autoridades estatales y federales, quienes lo hallaron en la zona fronteriza, luego de ser abandonado por el grupo con quienes intentaban cruzar al vecino país del norte.
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En este año, el registro de personas deportadas y cuyo punto de partida era la entidad hidalguense tuvo el pico más alto en marzo y mayo con 753 y 715 personas respectivamente. Sin embargo, en agosto pasado, cuando regularmente se observa ya el descenso, estos se mantuvieron con 512 personas.
En los primeros nueve meses de 2021 fueron 3 mil 609 las deportaciones de hombres y mujeres que en su intento de cruzar fueron detectados. Sin embargo, aunque algunos desisten, la mayoría vuelve a intentarlo.
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De enero a agosto del presente año, los deportados fueron 3 mil 859 hombres y 649 mujeres, pues la inmigración de hidalguenses mayoritariamente es varonil.
Desde el año pasado incrementó el número de deportados adolescentes, en consecuencia este grupo poblacional son quienes están buscando opciones laborales tras la crisis de la pandemia. De enero a agosto ya suman 300 deportados que no han cumplido los 18 años de edad, y de estos 24 tenían menos de once años; 280 viajaban solos.
Este lunes la familia de Omar Reyes, joven originario de San Salvador acudirá a Chihuahua a recibir los restos, pues tras salir de su natal Santa María y encaminarse a la ruta migratoria, no logró el cruce al ser abandonado por las personas que fungían como polleros. A principios de noviembre se informó que estaba perdido en el desierto de Ojinaga y a pesar de rastrearlo no se dio con su él, hasta once meses después.
Tras análisis de ADN se confirmó la identidad y este martes se espera que llegue a su tierra natal para ser sepultado. El objetivo de Omar era llegar trabajar en los campos para poder construir una casa.
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