La situación precaria por la que están pasando socios y trabajadores de la Cooperativa La Cruz Azul, en Tula, los ha orillado a solicitar apoyo de la sociedad mediante despensas y donaciones en especie, toda vez que la planta de Hidalgo tiene más de mes y medio sin reportar ganancias.
En entrevista, Federico Sarabia Pozo, líder del grupo que mantiene el control de la Planta Cementera de Hidalgo, explicó que el grupo disidente solicitó una libranza a Comisión Federal de Electricidad (CFE), por lo que, la planta se encuentra sin energía eléctrica desde el 17 de agosto y esto ha afectado la economía local.
Según explicó Sarabia Pozo, la condición económica es tan precaria que no han podido surtir el Centro Comercial de Cruz Azul, e incluso, las tienditas o las taquerías no están reportando ventas porque ha dejado de circular el dinero en la comunidad de Cruz Azul.
Es por eso que han hecho comisiones de socios y de mujeres, familiares de los socios, para recibir apoyo en especie por parte de la sociedad, para otorgar despensas a los trabajadores y puedan ayudarse para que tengan algo qué comer en lo que la situación mejora.
Estas despensas las están recibiendo a un costado de la planta cementera y algunas ya se comenzaron a repartir desde días pasados, por lo que, el líder del grupo autodenominado como La Resistencia, señaló que les ha sorprendido el apoyo y la solidaridad de la población, para darles hasta un kilo de frijol.
Las despensas se han repartido conforme a mayor vulnerabilidad, ya que, explicó Sarabia, existen algunos socios que tienen ahorros y otros que recibieron un recurso recientemente, gracias a un litigio que ganaron contra algunas empresas del Grupo Azul, por lo que pueden solventarse un rato.
Incluso, para apoyar a las familias afectadas, se les ha dado permiso a los trabajadores de que vayan a trabajar en otros espacios, en lo que se mejora la situación de La Cruz Azul, esto sin represalias, pues según explicó Federico Sarabia Pozo, en este momento no hay recursos para pagarles.
Es por eso por lo que están considerando tomar medidas más drásticas para la próxima quincena, ya que, aunque no se les está pagando a los más de mil 300 trabajadores, las cuotas patronales ante el IMSS, el Infonavit y el SAT siguen corriendo y ya se han convertido en una carga financiera.
“Ya no se pueden solventar y son cargas que se tienen que llegar a acuerdo con los trabajadores para parar esa contingencia, y una vez que se eche a andar la planta, pagar” finalizó Sarabia Pozo.
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Planta opera con generador de diésel; cuesta siete veces más
La planta de la Cementera La Cruz Azul, ubicada en Tula, lleva más de un mes y medio sin energía eléctrica, esto derivado de la decisión de un juez, por lo que, para reconectar, solo puede ser a través de la vía legal; mientras tanto, la planta produce con generadores que operan con diésel.
Así lo explicó, en entrevista, Federico Sarabia Pozo, quien mantiene el control de la Planta Hidalgo, en medio de una lucha con La Disidencia, liderada por Víctor Manuel Velázquez.
Según explicó Sarabia Pozo, La Disidencia le solicitó a Comisión Federal de Electricidad (CFE) una libranza de 30 días, con el objetivo de impedir la producción en la planta de Hidalgo, por lo que, el grupo que mantiene el control de la planta metió un amparo que les fue otorgado el 19 de agosto.
Sin embargo, al día siguiente el juez se desistió de su decisión, pero entrampó al grupo de Hidalgo, mediante “chicanadas”, según explicó Federico Sarabia, pues dejó firmada la sentencia de dejar las cosas como están, o sea, sin energía eléctrica, es por eso por lo que ahora metieron un amparo para resolver la situación.
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“El amparo nos lo otorga el juez quinto, ese mismo juez se desiste y dejó firme una sentencia. El juez puede hacerlo, tiene la facultad y ahí nos entrampa, al otro día el juez se desiste y deja la sentencia firme de que las cosas se mantengan en el estado en el que se encuentran, sin luz. Lo que procede es un amparo” dijo.
El mismo día del amparo, el 19 de agosto, empleados de La Cruz Azul lograron poner en funcionamiento un transformador que les permitió reactivar la venta de cemento, aunque con una menor producción, por lo que no se están reportando ganancias, según afirmó Sarabia.
Según explicó el líder de La Resistencia, tenían una reserva de clínker, que es la piedra que sale del horno y luego se muele y se mezcla con otros productos para fabricar el cemento, lo cual les ha permitido mantener las ventas.
Sin embargo, la producción mediante generadores es muy onerosa; al respecto, Sarabia Pozo explicó que la producción les cuesta un peso con energía eléctrica y con generadores el costo se eleva a siete, ya que este último funciona a base de diésel.
Aun así, tienen en funcionamiento un molino de cemento, un sistema de trasporte a los hilos y una embazadora para el ensacado del cemento, por lo que el poco dinero que perciben, se está usando para operar el generador, para pagos atrasados a proveedores y para dar un apoyo simbólico a los trabajadores.
“El cemento que se está vendiendo se está usando para darle un apoyo al personal, pero no es ni el 20 por ciento de su sueldo; se está utilizando para pago atrasado de proveedores de coque y combustóleo; y se usa para la compra del diésel del generador, pero no hay ganancia” explicó Sarabia Pozo.
Pero, incluso con los costos altos de la producción mediante generadores, Federico Sarabia explicó que están considerando rentar uno más grande para poner en operación más equipo y vender más cemento, esto en caso de que no se les reconecte la energía eléctrica.
La contratación de generadores se podría solventar si se reduce el margen de ganancias, por decir algo, de un 20 por ciento, disminuirlo al 10 y que todavía resulte rentable, afirmó Federico Sarabia Pozo.