TALENTO Y TALANTE DE UN JURISTA

Con dos grandezas ha transitado por la vida don Sergio García Ramírez: el talento jurídico y el talante afable. Ambos constantes en público y privado, lo mismo en la tribuna académica, en sus textos de derecho y artículos de opinión, y en la reunión de amigos.

Hace unos días, al escucharlo en el Coloquio “Democracia y futuro de México”, homenaje al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México y  el periódico El Universal, brillante en la exposición con precisión en el lenguaje,  certeza en los juicios y lucidez en la perspectiva; recordé un par de situaciones en torno a su personalidad.

Coincidente con una conferencia suya le pedí una entrevista, ahí mismo, para el programa semanal de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Hidalgo, sin más preámbulo aceptó pasar a la improvisada cabina para opinar sobre la entonces reciente reforma constitucional de derechos humanos. Concluida la grabación lo acompañé a las puertas del Palacio de Medicina, en la Plaza de Santo Domingo de la Ciudad de México, y al observar la ausencia de algún vehículo para transportarse ofrecí llevarlo al sitio de su destino. Amable lo agradeció pues, dijo, llegaría más rápido al Instituto de Investigaciones Jurídicas en el Metro.

Tiempo después lo encontré ingresando a la sede de la Procuraduría General de la República, supuse una atención especial para él en su calidad de ex procurador. No la hubo. Como todas las personas hizo fila, después de identificarse cruzó la revisión de los arcos de seguridad para dirigirse, supe después, a la sesión del Consejo Consultivo de la institución.

Otra: invitado por Miguel Ángel Porrúa, el gran librero-editor,  a compartir la cena con el  destacado colega español Luis Arroyo Zapatero, los doctores Rafael Estrada Michel y Luis Raúl González Pérez, entonces director del INACIPE  y  presidente de la Comisión de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, respectivamente, don Sergio García Ramírez y su esposa. La sobremesa fue larga y abundante entre temas jurídicos y políticos. Como son las de las personas sabias, las intervenciones del doctor García Ramírez fueron a la vez de elocuentes, prudentes e ilustrativas, sin la menor arrogancia por su  sobresaliente curriculum frente al del resto de convidados.

Confirmativas del talante, solo son anécdotas.  Más valiosa es la trayectoria del jurista mexicano iniciada en la Facultad de Derecho de la UNAM, cuando, recuerda, “En realidad, no tenía la menor idea de lo que era el derecho…”,  continuada hasta hoy en diversos espacios,  y, sobre todo, su contribución a la ciencia jurídica en la cátedra,  la judicatura supranacional, la investigación en los libros publicados, y las instituciones por donde ha transitado, incluidas las de servicio público y partidarias, donde quedó su impronta.

Por eso es de celebrarse la decisión del doctor García Ramírez de publicar sus  memorias, Del alba al crepúsculo. Páginas de mi vida. (Editorial Porrúa, 2022), donde anuncia: “Doy cuenta de mi vida, ya larga: más de ochenta años de andar caminos. En algunos consta mi huella, y de cada uno he tomado enseñanza y experiencia”. Y advierte: “Prevengo al curioso que se interne en estas páginas. No encontrará revelaciones asombrosas, especulaciones arriesgadas, testimonios de otras vidas. Me contraigo a la mía y respeto las restantes. […] …quien busque una relación de agravios y rencores, invectivas o descalificaciones, invertirá mejor su tiempo en obras que destruyen prestigios o administran diatribas”.