“Ya no es tiempo de escondernos” – lajornada-hidalgo-prod

El activismo ha sido el ejercicio y forma de vida de Ferlaa Estrada, personaje que comparte fragmentos de su historia que ha sido ejemplo e inspiración para hombres y mujeres trans en Hidalgo.

Originaria de Ciudad de México, pero radicada desde la infancia en Pachuca, a temprana edad identificó su autenticidad, sobresaliendo entre contemporáneos y enfrentando a la par dificultades en su desarrollo personal y académico.

“Desde pequeña viví rechazo por parte de maestros y compañeros, pero a partir de mis estudios universitarios en la carrera de medicina, en la Autónoma de Hidalgo, formé la agrupación ‘Gran integración gay’ en los años 80, reuniéndonos las primeras chicas trans en la azotea de mi casa”, recuerda.

En un intercambio de historias comenzó su transformación física y emocional, usando prendas y accesorios prestados para efectuar pasarelas en un ambiente de seguridad y comodidad creada por sus integrantes.

Su familia y amigos fueron el soporte y apoyo incondicional para enfrentarse a una sociedad tradicional y conservadora, sentimiento que buscó replicar para más personas trans.

“La violencia en sus distintas expresiones lamentablemente ha ido de la mano cuando se trata de mostrarnos cómo somos, y yo quería que mis compañeras encontraran y disfrutaran de lo mismo que yo obtuve de mi familia: amor”.

No obstante, un episodio que marcó su historia de vida fue la violencia física y psicológica que experimentó al llevar a cabo sus trámites de titulación, impidiéndole graduarse como médico y redirigiendo su camino profesional hacia el ámbito de la belleza y las artes.

“No quería caer en otros espacios o situaciones, al final la vida me sonrió y comencé a tener mucho éxito como estilista y cosmetóloga; me preparé aquí y viajé a Madrid, Barcelona y Londres para finalmente formar mi instituto con ayuda de mucha gente y continuar impulsando a profesionales de la belleza”.

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Activismo

Ferlaa define que el activismo es la manera de poder tomar acciones para favorecer, hacer cambios y obtener mejores condiciones de vida.

“El activismo inició con la posibilidad de tomar acción para visibilizarnos sin ser tomadas como una burla, porque en esos años el ser diferentes, homosexual, lesbiana o bisexual, era causa de rechazo”.

Durante su proceso de transformación física, a partir del uso de hormonas, identificó los riesgos clínicos, así como la ausencia de asesorías, cuerpo médico especializado o seguimiento para mujeres trans en el estado.

“Quise cambiar, en lugar de esconderme me hice visible, en lugar de tener miedo procuré ser valiente. Yo ya viví una infancia y adolescencia trans, por eso defiendo a las nuevas generaciones que salen y se muestran como son, porque ya no es tiempo de reprimirnos o escondernos”.

Asevera que contar las historias es esencial para la vida, ya que esto forma parte de las divergencias y el andar de hombres y mujeres trans… de una deuda histórica.

Fundación Deuda Histórica

Este año, Ferlaa Estrada se convirtió en representante de Hidalgo de la fundación nacional Deuda Histórica, organización que tiene su origen en Ciudad de México y cuenta con la participación de organismos independientes; organismo que tiene el objetivo de concretar en Pachuca una casa de apoyo para mujeres adultas trans.

“Hoy estamos más unidas que nunca, somos muchas compañeras y cada vez son más las personas que se suman; es un colectivo de más de 200 personas en todo el país, mujeres de 50 años y más que fueron vulneradas por un sistema machista y patriarcal, pero que ahora resurge con experiencia y amor para apoyar a nuevas generaciones”.

Asegura que Deuda Histórica es una iniciativa resiliente e integrada por sobrevivientes que pretenden lograr legislaciones a fin de obtener una mejor calidad de vida a partir de oportunidades laborales, de escolaridad, seguridad social o de vivienda de este sector en el estado.

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Proyectos

Entre los propósitos de la activista se encuentra el desarrollo del proyecto “Memoria trans en Pachuca”, en coordinación con el Semillero de Artes Vivas, así como un memorial trans para reconocer la brecha creada por mujeres trans que perdieron la vida a causa de la violencia.

“Hoy mantengo mi voz con la esperanza de ser libres y caminar por la calle sin ser ofendidas o violentadas, porque se puede lograr. Hago un llamado a las autoridades, colectivos y toda la gente para que no sean indiferentes y tengan la sensibilidad con quienes son diferentes, especialmente para las adultas mayores trans”.

“Hoy mantengo mi voz con la esperanza de ser libres y caminar por la calle sin ser ofendidas o violentadas”