El Tribunal de enjuiciamiento determinó fallo absolutorio a favor de Lucio “N” pues informó que no encontró elementos que probaran el delito de amenazas con arma de fuego en contra de su hermano Eduardo B., secretario de Turismo, quien denunció en marzo de 2021 el hecho que mantuvo a su hermano en prisión por más de diez meses.
Lucio “N” al final de la audiencia señaló “pido todo el peso de la ley a quienes me trajeron hasta aquí”, luego de señalar que hay responsables de quienes le indiciaron un delito que no cometió y lo mantuvo en prisión más de diez meses.
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El juez y dos juezas penales en colegiado determinaron que con base en los testimonios ofertados por la representación social no se encontró suficientes elementos probatorios, por lo que persiste la duda razonable y en consecuencia no se puede responsabilizar de un hecho en el cual se comprobó no estuvo en el lugar.
Durante la audiencia de alegatos que se sigue en los juzgados penales de oralidad en Pachuca, la defensa y la representación de la víctima expusieron los argumentos respecto a hechos ocurridos el 9 de marzo de 2020, cuando al finalizar el funeral del padre de ambos, presuntamente se dieron los amagos, pero fue hasta marzo de 2021 que se inició la denuncia ante el Ministerio Público del fuero común, y en noviembre se dio la orden de aprensión.
Durante un juicio que llevó varios días, se escuchó a testigos, la mayoría integrantes de la familia, quienes confirmaron que por la hora, ambos estaban en un lugar distinto al señalado en la denuncia, pues al finalizar el funeral del padre de ambos (Lucio y Eduardo) llevado a cabo en el Panteón de Pachuquilla, un grupo se dirigió al restaurante en Mineral de la Reforma entre estos Lucio y su hijo, y otro se dirigió a la casa paterna, ubicada en el boulevard Felipe Ángeles (frente al Sector Primario) a donde se dirigió Eduardo.
Y en este tiempo los familiares no presenciaron algún tipo de situación referida, pues estaban en lugares diversos, y se mantenía un ambiente de cordialidad, pues incluso ambas personas convivieron en ocasiones sucesivas, y se encontraron en los novenarios.
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Entre los testimonios rendidos, se informó que la agresión fue en la casa paterna con domicilio en el boulevard Felipe Ángeles, el 9 de marzo de 2020, pero fue al menos un año después cuando se presentó la denuncia y se investigó el caso.
En la audiencia el mismo Lucio externó que desde agosto de 2020 por la vía civil su hermano Eduardo B. lo demandó por despojo, pero en ese juzgado se detectó que las firmas eran falsas, por lo que se emprendió una contrademanda que está en proceso.
En el juicio se conoció también que a Lucio no se le logró vincular a proceso por el delito de despojo (integrado en otra carpeta de investigación) porque no se logró acreditar, pues el hombre era residente de la vivienda hasta antes de la muerte de su padre. Será en horas que se espera pueda salir en libertad y la explicación de la sentencia será el 6 de septiembre.
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