Sorpresas que da la vida

El viernes 19 de agosto pasado permanecerá por mucho tiempo como referente de dos hechos inusitados: la detención de Jesús Murillo Karam, asociado por la Fiscalía General de la República (FGR) al caso Iguala, y, asimismo, la liberación de Rosario Robles, extitular de Sedesol y Sedatu, tras 3 años de estar detenida como presunta responsable de la estafa maestra.

El exgobernador hidalguense, de 74 años, fue aprehendido a las 15:30 horas a la salida de su casa en la colonia Lomas de Chapultepec. No mostró inconformidad o tácita resistencia. Después de largo tiempo de no verlo, se le advirtió con menor peso, sin perder su sonrisa apacible.

Fue el encargado de encabezar investigaciones tras la desaparición de 43 jóvenes de la normal rural de Ayotzinapa, que definiría como la verdad histórica.

Aparejado a esto, el juez segundo de procesos penales en el estado de México con sede en Toluca, libró 83 órdenes de aprehensión entre ellas 20 contra mandos militares y personal de tropa del 27 y 41 batallón en Iguala.

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Un día antes, la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia que preside el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, dijo que no debía esperarse más que algún joven de los 43 hubiera sobrevivido, tras lo ocurrido la noche del 26 de septiembre de 2014.

Pocos supusieron que se procediera contra Murillo. La FGR informó que a las 16:50 la “policía federal ministerial cumplimenta de orden de aprehensión en contra de Jesús M”.

Se le detuvo por los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de justicia. Fue conducido a las instalaciones de la FGR en la colonia Tacubaya. La audiencia inicial en que se formalizarían los cargos se inició un día después, a las nueve de la mañana.

El juez Marco Antonio Fuerte le decretó prisión preventiva. Será hasta este miércoles que se defina su situación. En tanto, permaneció detenido.

Dos políticos hidalguenses, Omar Fayad y Miguel Osorio, el mismo sábado, públicamente se solidarizaron con el exprocurador.

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Durante varios años el reportero mantuvo estrecha relación con Jesús Murillo, sobre todo en el tiempo en que fue mandatario. Siempre fue cordial, atento y nunca rehuyó preguntas que pudieran calificarse de difíciles. Asentía y decía “vamos a ver”.

Rosario Robles Berlanga, quien según versiones cuenta con 66  años, tiene tras de sí una amplia carrera, tanto en política como en el servicio público. Se recuerda que Cuauhtémoc Cárdenas la designó secretaria general del gobierno de la CDMX y cuando se separó para contender por la Presidencia de la República, ella asumió interinamente el cargo, y después fue dirigente del PRD, por allá entre 2002 y 2003.

La estafa maestra detonó ligada a sus funciones de secretaria durante el peñismo. Fue sometida a proceso penal con el cargo de ejercicio indebido de la función pública en el apartado de omisión. El 13 de agosto de 2020 fue encarcelada en el penal de Santa Martha. Mucho pesó que descubrieran que empleaba una licencia de conducir supuestamente falsa. Nunca proporcionó nombres o postas de quienes pretendidamente la hubieran respaldado. Ejemplar aliada fue su hija Mariana Moguel, quien hace menos de una quincena mostró su optimismo por una próxima liberación de su madre.

El juez de control Ganther Alejandro Villar Ceballos le sustituyó la prisión preventiva por medidas cautelares para seguir su juicio en libertad.