Luego de que la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) y la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) anunciaron el pasado sábado un aforo estudiantil de hasta el 50 por ciento en educación superior, padres de familia esperan que esta medida no se extienda a nivel de educación básica para el próximo ciclo escolar 2022-2023 que inicia el próximo 29 de agosto.
La reducción de estudiantes en las aulas de las universidades se aplicará en los municipios con más alta transmisibilidad de Covid: Atotonilco de Tula, Emiliano Zapata, Ixmiquilpan, Mineral de la Reforma, Pachuca, San Agustín Tlaxiaca, Tepeapulco, Tizayuca, Tula de Allende, Tulancingo y Zempoala.
Lo anterior, ya que las autoridades educativas y de salud informaron que, a pesar de que en las últimas tres semanas se observa una tendencia a la desaceleración de la velocidad de contagio y por ende a la reducción de casos activos, la transmisión de la enfermedad continúa siendo alta.
Sin embargo, a través de redes sociales, el grupo Padres y Madres de Familia por la Educación Presencial en Hidalgo señaló que tal decisión representa un reto y se preparan ante posibles manifestaciones.
Los tutores recriminan por qué solo la escuela y los negocios deben controlar su aforo, pero los conciertos, mítines, bares y ferias no. “Porque dicen que esas no son actividades obligatorias, que ahí va el que quiere y que los niños no van ahí”.
Cabe recordar que el mismo organismo humanitario World Vision lanzó una petición el pasado mes para hacer un llamado para que la Secretaría de Educación Pública en Hidalgo coordine una Estrategia de Retorno al ciclo escolar 2022-2023, seguro, incluyente y libre de violencias.
Este llamado ocurre luego de que la autoridad educativa anunció la conclusión del ciclo escolar a distancia en 11 municipios hidalguenses que presentan mayor riesgo de transmisibilidad de Covid-19.
World Vision argumentó que en mayo emprendió una consulta dirigida a niñas, niños y adolescentes de Hidalgo sobre su percepción del trabajo infantil; dentro de las preguntas se rescatan sus opiniones respecto al por qué algunos de sus compañeros y compañeras dejaron de tomar clases.
La organización destaca que se obtuvo que el 71 por ciento de los menores asocia el abandono escolar a causas orientadas a servicios de internet o acceso a medios de comunicación, economía y la misma pandemia.