ACTO FALLIDO 

Garlito 

En aquella vieja parodia televisiva, donde el concursante, un paisano de ínfima preparación escolar y amplia candidez, ignorancia y auto sometimiento, en garras acudía a un programa de concursos donde aspiraba al premio de consolación, desconocía que era fraude la emisión y por lo tanto muy difícil salir ganador, Margarito era su apelativo y lástima causaba a un presentador estereotipo de charlatán merolico, ¡lástima Margarito!, era la conmiseración a un eterno perdedor que aspiraba al triunfo; así hay pueblos a los que se les embauca y son considerados analfabetas, ya que el premio de consolación será un fraude como el premio mayor: ¡lás-ti-ma Mar-ga-ri-to! 

La Maestranza/ Foto: Carlos Sevilla

Clavos  

Tras un diálogo que en momentos fue álgido, por diversos actores e intereses en torno a una vieja instalación industrial minera, abandonada por años, recuerdo de viejas épocas de la capital estatal, testimonio de una industria de importancia mundial que pasó por estos lugares dejando solo eso, la historia de un auge perdido, sin embargo, un rostro de generaciones de pachuqueños que forjaron como sea, la cara moderna de su pueblo y demostraron la nobleza de una clase trabajadora, ignorante quizá de que saqueaban su riqueza, pero se sentían orgullosos de pertenecer a ella; industria que por los años 20´s del siglo pasado instruyó a decenas de mineros en otros oficios por medio de clases, capacitación y talleres, La Maestranza, fabricante de herramientas, piezas y refacciones, haciendo de algunos mineros maestros en el oficio metal mecánico. 

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La Maestranza/ Foto: Rolando García

Voraces intentos mercantiles, intentaron apoderarse del predio y de las viejas instalaciones, que son un galerón de grandes proporciones y un terreno que por su ubicación, deberá tener alto precio predial, se proyectó un centro comercial u otros usos, entonces surgió una férrea defensa de ese lugar por historiadores y artistas que exigen espacios, colectivos culturales, periodistas, comerciantes, colonos, vecinos, el enfado mayor era que se convirtiera en una tienda de conveniencia, la sociedad pachuqueña evidenció sucias intenciones en la venta, adquisición y uso del predio, por lo que volvió a ser lo que era, un edificio histórico casi en ruinas propiedad de la alcaldía; ¡lás-ti-ma Mar-ga-ri-to!, dista aún mucho de ser un centro cultural, parece un premio de consolación a la ciudad, opuesto tal vez al proyecto comercial que se cocinaba.    

Tornillos 

Se coincide en que el arte y la cultura serán quienes salven a la humanidad de la decadencia, de plano hay quien no acierta ni por error, confinar el quehacer artístico o cultural a un submundo subterráneo, lleno de códigos secretos y aldeas urbanas, no es precisamente una manera apropiada de acercar a la sociedad a esta actividad, llena de gente extraña por su intención de trastocar la realidad, pero no una aglomeración de desadaptados en proceso, sino una comunidad artística cultural, que busque crecimiento y necesidad de arte entre la población común; espacios donde la expresión artística, su enseñanza y exposición sean los nuevos foros que necesitan artistas y sociedad para intentar una salvación; un centro cultural es una gran oportunidad donde concentrar esa necesidad de enseñar, aprender, crear, exponer, observar, adquirir arte, así como un recinto donde el artista se vea obligado a crear de la manera más atenta y seria; el proyecto cultural de La Maestranza como centro cultural es un acto fallido, evidentemente desechado carece de todo encanto y es premio de consolación para quienes en serio hacen arte. 

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La Maestranza/ Foto: Carlos Sevilla

Edificación histórica, ya dijimos, no cuenta con ninguna información al respecto, carece de toda posibilidad de conocer sobre su antiguo trabajo y función de ese jacalón grande que luce aún con deterioro por el paso del tiempo y proyectos abortados, el descuido es evidente en torno, lo que fueran sus patios descuidados y con una excavación profunda de inmenso peligro; si existiera el proyecto de convertir la zona en un centro cultural, es un espacio que promete grandes lugares para salas de exposición, aulas, talleres, venta, tianguis artesanal y cantina y no como lo colocan ahora, cantina, tianguis y si cabe arte; La Maestranza histórica como centro de artes es acto fallido, el lugar está para que lo rescaten los verdaderos creadores.