10 PARA ENTENDER Y GOBERNAR 

A la Fundación Vasca para la Ciencia, Ikerbasque, pertenece Daniel Innerarity, (Bilbao, 1959). Catedrático de filosofía política en la Universidad del País Vasco, director del Instituto de Gobernanza Democrática y profesor en el Instituto Europeo de Florencia donde es titular de la cátedra Artificial Intelligence & Democracy, en su más reciente libro La sociedad del desconocimiento (Galaxia Gutenberg, 2022),  propone un listado de conceptos y valores para entender lo que hoy pasa y organizarlo.   

Inminente la alternancia local, y rumbo a la elección federal, oportunamente  tenemos esta decena de términos útiles para el plan regional de gobierno y una propuesta nacional pertinente: aceleración, incertidumbre, conocimiento, sostenibilidad, pluralidad, complejidad, inclusión, interdependencia, apertura y protección. 

Los sintetiza el autor:    

  • Aceleración: el mundo se divide entre los que se quedan paralizados o incluso propugnan una marcha atrás y quienes persiguen desesperadamente adaptarse a lo que viene, sin mayor reflexión y sin ponderar el sentido de ese movimiento que consideran ineluctable. 
  • Incertidumbre: esta realidad no debe ser necesariamente una excusa para la inacción, sí invitación a buscar otras formas de gestionarla, como la construcción de confianza o aceptar que hemos de decidir cada vez más sin disponer de una información completa. 
  • Conocimiento: los grandes desafíos actuales requieren voluntad política y compromiso con ciertos valores, pero mucho más conceptos adecuados, diagnósticos certeros y saber experto. 
  • Sostenibilidad: no basta con hacer las cosas bien para acertar; hemos de actuar teniendo en cuenta las repercusiones que en el futuro tiene lo que hacemos en el presente, de qué manera afecta al medio natural o cómo repercutirá en quienes todavía no existen. 
  • Pluralidad: cómo equilibramos adecuadamente la construcción de lo común y la afirmación de la especificidad será una tarea apasionante, tanto para quienes han de pensarla como para quienes deban llevarla a la práctica. 
  • Complejidad: los enfoques binarios, simplificadores y fuertemente ideologizados se muestran completamente inadaptados para llevar a cabo las grandes transformaciones que requieren la elaboración de diagnósticos compartidos, negociaciones entre muchos actores y estrategias complejas de transición. 
  • Inclusión: democracia transnacional, democracia intergeneracional, democracia paritaria y democracia ecológica podrían ser los nombres de esta inclusión que nuestras democracias deberían realizar con las correspondientes innovaciones institucionales. 
  • Interdependencia: nuestras inseguridades son compartidas y su gestión encaja mal con la idea demasiado simple de la seguridad nacional. A medida que el mundo se hace más interdependiente aumentan los costes de la soberanía y las lógicas de competición tienen que ser sustituidas por juegos de cooperación. 
  • Apertura: el principal eje de confrontación ideológica parece ser el que opone lo cerrado (el rechazo del otro, del intercambio, de la coexistencia, de la solidaridad) a lo abierto (el favorecimiento del comercio internacional o la consideración más bien positiva de la globalización. No sustituirá a otros como el de derecha e izquierda, se superpondrá y dará lugar a combinaciones inéditas. 
  • Protección: estamos ante una alternativa claramente insatisfactoria, obligados a elegir entre globalistas que no salen de sus viejas recetas de libre cambio y el instinto proteccionista que confunde con torpeza los propios intereses con los más inmediatos.