Los vertiginosos cambios en el mundo nos obligan a readaptarnos, nuestro estilo de vida está cada vez más relacionado con el uso de la tecnología, situación que a la par, acarrea impactos sociales y culturales inimaginables.
El término STEM proviene del acrónimo en inglés de Science-Technology-Engineering-Mathematics (Ciencias-Tecnología-Ingeniería-Matemáticas, CTIM en español) y aunque en la última década tiene auge y es más recurrente a últimas fechas, en realidad no es un tema reciente.
Todavía en generaciones como la mía, hablar de matemáticas o ingeniería, infería una relación automática con dificultad, rudeza y masculinidad, conforme el tiempo pasó, la forma de ver y entender la educación se readapta a nuevas condiciones y estos conceptos se insertaron en una nueva forma de vida, pero aún con esta apertura, las carreras STEM no son las más estudiadas en nuestro país y también mantienen una amplia brecha de género al ser estudiadas mayormente por hombres.
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Existen muchas definiciones de la Educación STEM, en términos muy generales es un enfoque interdisciplinario de aprendizaje, que potencia la vocación científico-tecnológica, remueve las barreras tradicionales de sus cuatro disciplinas y las conecta con el mundo real, lo que genera enriquecedoras experiencias para el alumnado.
Y surge la pregunta ¿Cuáles son las carreras STEM?, bueno pues, entre las más populares se encuentra química, física, medicina, biología, robótica, mecánica o economía, pero hay otras más recientes como ciberseguridad, ciencias ambientales, realidad virtual, bioinformática o internet de las cosas, que están ganando terreno entre las nuevas generaciones de profesionistas.
Es indiscutible que los estudiantes de hoy requieren desarrollar habilidades y destrezas para una sociedad eminentemente tecnológica, porque además, esto los coloca en una posición más competitiva en el mercado laboral, pero para llegar a esto, los métodos aplicados de enseñanza y aprendizaje deben ser innovadores para que al alumno muestre todo su potencial.
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En México solo 3 de cada 10 profesionistas son STEM, pero las historias de otros países, especialmente los de mayor desarrollo, suelen ser más exitosas ya que le dan un valor agregado a la generación de capital intelectual.
Sin duda la Educación STEM abre la puerta a los profesionistas del futuro, incluso quienes ya se formaron en otras áreas, el capacitarse en STEM los pone en una situación de mayor competencia en el mundo laboral, la demanda de estos va en aumento y se prevé que siga la línea ascendente en los próximos años.
Las estadísticas marcan que cada vez son más quienes le apuestan a estudiar una carrera STEM por las oportunidades de desarrollo profesional que ofrecen, para quienes están por definir que van a estudiar vale la pena explorar esta gama de programas educativos que generan pensamiento crítico, solución de problemas, liderazgo y comunicación que son pieza clave para afrontar con éxito el futuro.