Garlito
La basura será la montaña que sepulte al ser humano, habíamos comentado ante la incapacidad del manejo de desechos sólidos a nivel global, y ser nuestra especie la más devastadora de todo el reino animal; especulaciones de ciencia ficción o catastrofistas bélicas, los motivos de la guerra serán distintos a cualquier enfrentamiento, desde las primeras refriegas cuando dos clanes disputaban la distribución equitativa de un mamut, con piedras y mazos hasta las conflagraciones venideras, con ya un armamentismo estético, de tal perfección, velocidad, diseño y capacidad asesina.
Yermo
Distintas ocasiones, en distintos tiempos y distintos municipios, de la sierra y huasteca hidalguense y Valle del Mezquital, en este apasionante oficio de informar a la población como reportero y acudir al lugar donde se inauguraba o ponía en marcha un sistema hidráulico, pomposamente llamado, es decir una instalación para dotar de agua potable a comunidades verdaderamente olvidadas, en medio de la nada, solo un sol aplastante y una temperatura despiadada; distintas veces antes de la llegada de funcionarios y autoridades, con urgencia llegaba una pipa de agua para abastecer un solo depósito, de donde saldría agua por un grifo como inauguración de magnánima acción, la mayoría de las veces nunca más volvía a correr agua era solo para el video o la foto; el agua tiene un valor incalculable, donde no la hay.
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Tras severas inundaciones en los municipios de la sierra baja, una más que sufriera la región de Metztitlán, hace ya más de 18 años, los cuerpos de seguridad y protección civil, acudieron oportunamente para salvaguardar vidas humanas, las cosas materiales se pueden recuperar, dicen, más el daño psicológico, emocional que sufren los afectados, familias, campesinos que ven destruidas sus parcelas por anegaciones o el paso furioso del agua sobre todo cuando son producto de ciclones o huracanes, era menester un discurso benévolo y solidario, pero falso; las promesas por aquel entonces eran ilusionantes, para evitar riegos de inundaciones y a la vez erradicar falta de agua en esos municipios, la construcción de varias presas, rompe picos y rediseñar el sistema natural de recolección de aguas pluviales, se anunció como salvación casi divina; ninguna se hizo, el riesgo es latente, hoy no hay agua, pero si puede haber inundaciones; el agua es un gran instrumento político.
Otro instante; quizá más certero y realista ante la búsqueda de sufragios, quizá para una diputación federal, ante una reunión con campesinos y ediles de la región de Huejutla, una candidata, sostuvo que la violencia en la entidad en el ámbito rural, sobre todo en la sierra y huasteca, los actos de violentos, los hechos agresivos de una comunidad a otra, al grado de llegar enfrentamientos mortales, no será la tenencia de la tierra, los linderos de comunidades, el abigeato o invasión de predios, no, los próximos enfrentamientos y lo que elevará el grado de peligrosidad en la región, será el agua, quien no la tenga la buscará y quien la posea, la atesorará; falta de agua detona la violencia.
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Cómplices
Los nómadas que fundaron una aldea que sería la capital del estado de Hidalgo, lo hicieron por encontrar agua en un rio que centurias después sería una vialidad para automóviles, la explotación de los minerales acabó por terminarse el líquido y el pueblo contaminó ese río en cuyo nombre está su desgracia, de las avenidas; en Pachuca la falta de agua es eterna y constante, la población se acostumbró a tácticas dilatorias, para nunca dar una respuesta favorable a la falta de agua, antes en barrios altos, hoy además de ahí en el sur de la ciudad y de su vecino que terminará tragándose la capital, Mineral de la Reforma; hace más o menos 30 años, otro político visionario, sabedor que el agua será un bien incalculable, organizó un sistema de cobro, más no de eficiencia ni solución para 17 municipios, ese organismo cuya complicidad permite el robo de agua potable, para hoteles, fraccionamientos residenciales, donde deben estar involucrados funcionarios, trabajadores, constructoras, políticos y más, el robo de agua es la desfachatez absoluta, de autoridades y gobiernos corruptos, pero una caja chica muy grande para campañas electoreras; la guerra por el agua tiene ya muchas muertes colaterales.
En Pachuca, se detectaron en 5 años 43 mil tomas clandestinas de agua, en los últimos meses, más de mil 800, de grandes dimensiones, no el robo para una casa, sino para un fraccionamiento entero, para empresas, donde constructoras deben ser investigadas, ante tanta anomalía y el mismo organismo que cobra el agua; una investigación en este refinado y acuoso nuevo delito según informes el 71% de robo de agua se comete en Mineral de la Reforma, el 24% en la capital; las protestas y bloqueos por parte de vecinos de colonias populares es tenue aún, pero descubriendo que nadie solucionará su problema, el vaticinio de aquella funcionaria puede ser real, la guerra por el agua, puede llegar a Hidalgo.