A invitación de la Comisión de Educación del Congreso del Estado, esta semana se desarrolló el foro estatal de análisis para la creación de la Ley de Educación Superior del Estado de Hidalgo, donde participaron instituciones de educación superior, académicos, investigadores y desde luego integrantes de la sociedad civil.
Este ejercicio de participación revierte capital importancia al dar voz, especialmente, a quienes están en el frente de batalla en las instituciones de educación superior, quienes conocen todo lo que implica formar profesionistas en el día a día.
Si partimos de la diversa realidad en la conformación del sistema de educación superior en nuestro país, nos encontramos con instituciones que tienen distintos regímenes jurídicos, recursos, capacidades y necesidades, y todo esto debe reconocerse y normarse en un ordenamiento jurídico que procure el adecuado funcionamiento de las instituciones y las encamine a alcanzar los fines para los que fueron creadas.
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Si bien el objetivo es armonizar una ley general a una local, los retos son amplísimos cuando hay 43 años de distancia con la Ley para la Coordinación de la Educación Superior de 1978 que es el ordenamiento abrogado por la Ley General de Educación Superior del 20 de abril de 2021, ésta última mandata la creación de la Ley de Educación Superior del Estado de Hidalgo.
Esta nueva ley que se cocina en el Congreso genera amplia expectativa en el gremio de la educación superior, es importante reconocer que la propuesta identifica a cada uno de los subsistemas con sus particularidades, y su realidad social y educativa propia.
De este proyecto se pueden subrayar también, su articulación en el marco de los derechos humanos y basa sus criterios orientadores en el interés superior del estudiante, promoviendo dignidad, igualdad, inclusión, diversidad, interculturalidad, accesibilidad, libertad académica, de cátedra e investigación y entre otros.
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La gratuidad es un tema central. Igualmente se observa que sus políticas son basadas en la mejora continua, enfoque de inclusión social, vinculación, integridad académica, planeación participativa, evaluación, seguridad de instalaciones, mejora continua y entre otros puntos, actividades de extensión y difusión cultural.
Muchas exposiciones interesantes se pudieron apreciar en las mesas de trabajo, es innegable que este ordenamiento era urgente ante los cambios sustanciales que en materia de educación superior ocurren de cuatro décadas a la fecha.
Aunque la creación de la Ley de Educación Superior del Estado de Hidalgo es el primer paso, a la par, resulta altamente expectante conocer el cómo, es decir la parte procedimental, donde paso a paso se expongan los mecanismos para garantizar la obligatoriedad, la gratuidad, la calidad académica, y en general todo aquello que se considera para la construcción de profesionistas integrales, altamente competitivos y comprometidos con su entorno.
Seguramente se edificará una norma de consenso, con discusión y argumentación legislativa y que considere lo vertido por especialistas y sociedad civil, la confianza en los beneficios de la creación de esta ley es alta y hay muchos ojos siguiendo este proceso.