El Abejedario aprovecha la apicultura para la restauración de los ecosistemas

En Santa María Tecajete, Zempoala, se ubica el apiario El Abejedario, proyecto que celebra desde 2016 la biodiversidad cultural y ambiental desde una organización familiar impulsada por el arquitecto y urbanista Federico Muñoz.

Partiendo de un conocimiento empírico y nutriendo su experiencia con investigación y prácticas en apiarios en Tlaxcala y Acolman, comenzó su profesionalización para desarrollar un modelo social y ambiental.

“Al percatarnos de la desinformación en torno a esta especie polinizadora y su importancia, fue como nos planteamos crear el apiario, como alternativa para compartir con la gente sobre la vida de las abejas y aprovechar la producción y cosecha de miel en favor del conocimiento”, comparte.

Sumado a la práctica y manejo se propuso un espacio que además generara una experiencia alrededor de las abejas y la miel para fomentar la vinculación de la apicultura con sectores académicos y generar la restauración de ecosistemas.

Foto: Cortesía

“En el apiario tratamos de tener concordancia con nuestras acciones y el medio ambiente, para que los visitantes entiendan que no solo se trata de las abejas, sino todo el contexto ambiental en el que trabajamos.

“Evitamos introducir flora y especies que no sean nativas, porque tenemos claro que, si queremos crecer como iniciativa apícola, debemos hacer algo hacia el entorno”.

Federico Muñoz explica que con este emprendimiento han encontrado a más personas y organizaciones con las que comparten acciones en común, sumando esfuerzos y generando alianzas para desarrollar metodologías que logren incidir en las legislaciones.

Laboratorio de la miel

“Con la vinculación fuimos formando pequeños apiarios en distintas partes, encontrando en la miel un producto de oportunidad, ya que cada miel es única de acuerdo con la región y clima, pues nos hemos percatado de que la producción de miel de abejas de un mismo sitio modifica su textura, color y sabor cada año”.

Como parte de su desarrollo, en El Abejedario se implementó el Laboratorio de la miel, espacio dedicado a su análisis y estudio, sus sabores nativos con base en la época del año y la floración.

Asimismo, explica que el Laboratorio es un microapiario en partes de Hidalgo y Tlaxcala, en donde se recolectan la miel para dividirlas en tres principales categorías: fuertes, suaves y clásicas, y con ello promover la familiarización de los sabores.

Producción y rescate    

“El mercado de la miel en México es muy incipiente, somos un país productor, pero en tiendas solo se consigue miel estandarizada, que no necesariamente es mala, pero no tiene todas las bondades”.

Puntualizó que en El Abejedario la producción de miel se lleva a cabo de una forma equilibrada y consciente, reuniendo alrededor de 200 a 400 kilos por año, generando lotes para catas de mieles y maridajes.

“Nosotros queremos conservar el valor de la miel cruda, pero sabemos que al venderla a empresas estos la van a combinar, pasteurizar y comercializar para entrar a grandes mercados por los niveles de producción que requieren”.

Explica que dentro del ejercicio en el santuario y en trabajo conjunto con Apinova, Abejas Rescatadas y Efecto Colmena, cuentan con una zona dedicada al resguardo y rescate de colmenas y enjambres capturados para ser reincorporadas al ecosistema.

Foto: Cortesía

Vinculaciones y proyectos ambientales

A través del trabajo colaborativo con organizaciones como Mayahuel, Jane’s Walk Pachuca, Revolución Urbana y Fronda, han generado actividades ambientales como caminatas para identificar y registrar la vegetación y polinizadores en Pachuca, talleres y conversatorios en torno al medio ambiente.

“En Pachuca identificamos áreas verdes, no obstante, falta floración, aspecto indispensable para atraer a visitantes polinizadores, por ello trabajaremos para contar con un pronunciamiento al respecto para que se pueda conservar la vegetación nativa y provocar legislaciones”.

Foto: Cortesía

De forma virtual, mediante su página abejedario.com, y presencial en espacios públicos, se generan las Lecturas polinizadores, sitio en el que se comparten cuentos, libros de consulta y leyendas para conocer 15 especies de polinizadores.

“Esto es importante porque tres cuartas partes de lo que comemos dependen de ellos, por eso tratamos de favorecer esta inclusión, ya que existen más de 20 mil especies de abejas en el mundo y México tiene alrededor de mil 800 especies”.

“Con El Abejedario buscamos que las personas tengan la oportunidad de conocer el mundo de las abejas, para que sean partícipes de su cuidado y rescate, porque son parte fundamental de la vida”.

En favor del ambiente

  • El apiario fomenta una cultura de la miel, la vinculación de la apicultura con sectores académicos y generar la restauración de ecosistemas.
  • El Laboratorio de la miel es un microapiario en partes de Hidalgo y Tlaxcala para promover la familiarización de los sabores de la miel.
  • En El Abejedario la producción de miel se lleva a cabo de una forma equilibrada y consciente.