El maestro deja una huella para la eternidad; nunca puede decir cuando se detiene su influencia
Henry Adams
Históricamente el maestro no solo es dador de conocimiento, es una de las personas más cercanas e influyentes después de casa, es una figura de respeto y un auténtico promotor del futuro.
La analogía de que el maestro esculpe al alumno, como pensaba Miguel Ángel, nace de la idea de dar forma, va quitando el excedente para que solo quede su esencia. Y justo así, la aportación del docente va mucho más allá del conocimiento, influye en lo personal, en el ambiente y en lo social, son motores para transformar vidas.
Mañana 15 de mayo es el Día del Maestro y se festeja en grande porque en nuestra estructura social juega un papel insustituible, seguro que muchos de nosotros recordamos a un maestro o maestra que nos cambió la vida, que con su guía, apoyo y orientación nos impulsó a ser mejores, a vencer obstáculos y a saber que los sueños pueden hacerse realidad.
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Es común utilizar el término maestro, pero también nos referimos a él como docente, profesor, catedrático, facilitador, mentor, tutor, orientador o pedagogo, y aunque los términos se diferencian en esencia, en coincidencia refirman su cambio de papel que va de transmisor por el de agente de cambio social.
Es apasionante tocar el tema del maestro, si consideramos que la educación es uno de los pilares que sostiene al país, los docentes se colocan en un lugar de definición, una vez más este sector demostró el músculo con la pandemia enfrentando enormes desigualdades y dificultades para llegar a sus alumnos y ahora con el desconfinamiento se baten ante nuevos desafíos.
Pero definitivamente ser maestro o maestra no es para cualquiera, ya sea por formación o por vocación, atributos como la responsabilidad, compromiso, interacción, creatividad, pero sobre el sexto sentido se deben mirar de cerca cuando se trata de enseñar, son muchos los factores emocionales que intervienen al momento de estar frente a grupo, no basta con ser bueno en su materia.
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Ser maestro es uno de los trabajos más nobles, los maestros comprometidos con la educación saben que los cambios en el mundo son imparables y han reconstruido su práctica educativa pese a todos los retos, el docente contribuye a moldear la personalidad de los estudiantes.
Por todo esto y mucho más, una amplia y merecida felicitación a los maestros y maestras que contagian la ilusión por el saber, a quienes esparcen en sus alumnos la semilla de la curiosidad; felicidades en su día, a esos grandes maestros que lo son, no solo por sus conocimientos, sino por su guía, por su modo de ser que inspira, por compartir su amor por la comunidad a la que pertenecemos.
Felicidades a los y las docentes que son sinónimo de esperanza, que creen de un modo incondicional en sus alumnos, a los mentores que saben que el conocimiento es raíz de una sociedad mejor y más libre.
Enhorabuena a los maestros y maestras que hacen de las aulas un verdadero espacio de reflexión, debate y descubrimiento.
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