“La única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que haces.”
Steve Jobs
La pandemia no solo hizo más visibles algunos problemas como el rezago educativo, la pobreza o la desigualdad; sino que además nos recordó que los espacios, jornadas y actividades laborales requieren de acciones que pongan como uno de los puntos centrales la salud emocional y psicológica de los colaboradores.
El Burnout fue reconocido en 2019 por la Organización Mundial de la Salud y en enero de este 2022 fue incluido en Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades (CIE-11); éste hace referencia a una forma crónica de estrés laboral, con síntomas médico-biológicos y psicosociales los cuales son resultado de una demanda excesiva de energía. Este padecimiento se ha visto acrecentado entre el personal dedicado al cuidado de la salud sobre todo ante una crisis como la que continuamos enfrentando.
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El término se le atribuye al psiquiatra estadounidense Herbert Freudenberger, quien después de extenuantes jornadas laborales observó en el personal, incluido él algunas actitudes como: pérdida progresiva de energía, desmotivación, síntomas de depresión y ansiedad y cambios de comportamiento hacia los pacientes (menor sensibilidad y comprensión, trato frío e incluso cierta propensión a inculparlos por sus padecimientos).
Pero, ¿esta enfermedad afecta a profesionistas de cualquier índole? Y ¿cuál es la razón por la que se han incrementado los casos? Aunque el concepto surgió en el ámbito médico, éste ha comenzado a ser usado sin discriminación en muchos entornos laborales; lo más alarmante es que las cifras comenzaron a presentar repuntes importantes después de la pandemia.
El Burnout se ha convertido en una situación que debe ser analizada desde distintos ángulos y las investigaciones han empezado a abrir el panorama; de acuerdo a datos del informe Estrés laboral en México 2021 publicado por la Asociación de Internet MX, el 63% de los encuestados afirma haber padecido estrés en los últimos dos años, siendo las principales causas: la falta de control, el exceso o falta de empleo, así como un mal liderazgo.
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Por otra parte, hay que reconocer que, desde hace varios años los entornos laborales han comenzado a sufrir cambios significativos, empresas como Google, Facebook y YouTube han modificado los espacios de trabajo creando áreas abiertas e iluminadas, con lugares destinados a la recreación y al descanso, incluso en algunos es permitido llevar a las mascotas a trabajar, aunado a ello también los códigos de vestimenta han presentado una flexibilización que no se veía en décadas.
Es así que, de acuerdo a la investigación Liderando la empresa social: reinvención con un enfoque humano, presentada por Deloitte las organizaciones están invirtiendo en programas para optimizar la vida en el trabajo, enfocados en mejorar la experiencia diaria que los trabajadores tienen. El análisis demuestra que el factor más importante es hacer que el empleo sea relevante y dar a las personas un sentido de pertenencia, confianza y un buen clima laboral.
Actualmente, las actividades profesionales ya no solo deben brindar seguridad económica, sino que además tienen que permitir el crecimiento personal y profesional, además no podemos perder de vista que el salario emocional se convertirá en una tendencia dentro de las organizaciones y que será de vital importancia cuando de retener talento se trate.
*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política, Religión y Educación.
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