Garlito
En lo que hace años se decía, la capital del estado era una ciudad que debido a su planeación, podía ser bloqueada por las autoridades de seguridad, para evitar algún grave delito o facilitar la persecución y detección de delincuentes, que hayan cometido alguna fechoría por las calles pachuqueñas; aún en crecimiento las entradas y salidas a la ciudad podían permitir colocar retenes de seguridad, para controlar salida y entrada de vehículos principalmente, aunque han existido las persecuciones de película, han sido pocas, porque Pachuca puede ser una trampa mortal para delincuentes foráneos que desconocen, el tránsito y vialidad de la capital; lo es también para la ciudadanía, como ahora que puede ser retenida por una manifestación.
Protesta
Independientemente del derecho de la ciudadanía a manifestarse y expresar sus descontentos ante la autoridad, por diversas anomalías sucedidas en perjuicio de individuos, grupos o comunidades, la última manera de hacerse presente y se visualice su problemática, es públicamente manifestándose contrariamente a todos los conductos legales y oficiales, cuando estos se agotan o las personas destinatarias de las demandas hacen oídos sordos, no les queda más que marchar, protestar, gritar, bloquear, retener una ciudadanía que su único problema es vivir en la capital del estado, donde por razones obvias el descontento se desborda por ser sede de las instituciones competentes.
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Geográficamente la ciudad de Pachuca cuenta con entradas y salidas, conectividad a otros municipios que delimitan fácilmente sus cuellos de botella y puntos donde al cortar circulación o bloquear el paso, ahorcan a gran parte de la ciudad, no se requiere de una gran cantidad de personas, solo convencidas y colocadas en los lugares sin duda ya estudiados, donde la afectación ciudadana es estratégica y donde lo único que se demuestra son promesas políticas incumplidas, obras no realizadas y un raro afán ciudadano de afectar a otros ciudadanos para concientizar de vicios, anomalías y malos manejos gubernamentales.
Ciudadana
La protesta de esta semana de, queremos creer, vecinos de Tecozautla, cuyas solicitudes no cumplidas, los obligan a desquiciar Pachuca con miles de habitantes que no tienen vela en el entierro, hagamos unas reflexiones; necesario es contar con vialidades alternas, caminos o veredas, donde poder desahogar el tránsito vehicular, cundo suceden cosas como esta, prevenir el bloqueo de ciertas vías principales, paradójicamente, bloqueando a los manifestantes y los manifestantes, deben reconocer que un bloqueo así, en vez de acercarse posibles simpatizantes, todos los culpan de la afectación y terminan siendo los malos de la película.
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La mentalidad mexicana e hidalguense, debe mejorar respecto a este importante derecho, a la libre manifestación, no afectar a terceros e informarlos sobre su protesta, sobre su desesperación o las injusticias cometidas, sino se hace una campaña de información de manifestantes a ciudadanos afectados, el bloqueo solo trae frustración, enojo y un evidente desdén respecto a alguna causa justa que se perdió por un bloqueo a personas que no trabajaron, no asistieron a clases, enfermos que no pudieron llegar a tiempo a recibir atención, comerciantes que perdieron dinero en sus empresas, afectaron al transporte y el comercio menor y la pregunta es, ¿lograron su objetivo, se solucionó el problema?
Lo cierto es que ya conocido este sistema de protesta, Pachuca está a expensas de una parálisis total ante la llegada de manifestantes profesionales que ocupando los puntos estratégicos, ahorcarán la capital del estado, las autoridades al parecer no tienen la sensibilidad política para detener a manifestantes y fácilmente se permite su acceso hasta el centro neurálgico de la ciudad, donde si son recibidos por quienes corresponde atenderles, parece ser un espectáculo banal.
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