En redes sociales, circula la versión de un presunto integrante de la barra Resistencia Albiazul de Querétaro, identificado como Víctor Mario Díaz Díaz, quien acusa que el acto de violencia perpetrado contra los integrantes de la barra del Atlas el pasado sábado, presuntamente estuvo planeado por varios de los líderes más violentos de esta agrupación de animación.
De acuerdo a una página denominada Podcast y a otras páginas, reproducen el mensaje de Díaz Díaz, identificado mediante una fotografía, donde le acompañan varias personas con la remera de los Gallos. Una de ellas luce un tenis manchado de sangre, a quien el propio Mario Díaz menciona como uno de los responsables de generar la violencia en el estadio La Corregidora.
“Mi nombre es Víctor Mario Díaz Díaz, miembro de la barra La Resistencia del Club Querétaro. Ayer (sábado) en la noche comenzaron a correr en las redes sociales imágenes mías en las que me identifican como uno de los iniciadores de violencia y agresores de los miembros de la Barra 51 del Atlas, y se dieron a conocer imágenes con mis redes sociales, dirección y teléfono.
“Lo acepto. Corre una imagen de mis redes sociales que ya di de baja, donde salgo con varios de los principales involucrados, todos unidos en grupo, pero yo no participe activamente en la gresca, solamente publiqué la foto y se me hizo fácil subirlo a manera de trofeo, no sabiendo lo que había sucedido realmente”, expone a manera de excusa y deslinde.
El integrante de la barra señaló en su mensaje que se haya lejos de su domicilio, asesorándose legalmente para salir a dar la cara, deslindándose de la acusación que lo liga a los incidentes en el estadio Corregidora. “A mi familia, a mi familia de Gallos y a todos los amantes del futbol, lo siento mucho, estoy muy apenado”, escribió el integrante de la barra queretana.
Sin embargo, expuso que no hizo su publicación con el fin de “salvar su pellejo”, porque reconoce que todos estaban involucrados en mayor o menor grado en lo ocurrido. Así que según Díaz Díaz, soltaba todo lo que sabía, y reiteró su petición de perdón a quienes fueron afectados por los incidentes ocurridos en la Corregidora.
Según Díaz, a nadie en el club, a líderes de las barras y a la mafia del futbol mexicano (sic) le conviene que se sepa la verdad, y refiere algo sabido, que cada 8 días los estadios son cantinas que no son seguros para las familias y que ni la policía puede controlar.
“Aquí es donde entran las barras, los famosos grupos de animación, que más allá de alentar con cánticos, son fuerzas de seguridad del club, con negros intereses, donde algunos por idiotas y otros por valentones, vamos por algo más que boletos gratis”, refirió Mario Díaz.
Reconoce que pertenecer a la barra La Resistencia le daba el beneficio personal de la venta y distribución exclusiva de ropa, “eso sí, a un alto costo, meter las manos cuando las cosas se salen de control, defender el territorio (sic)”.
Acusa que uno de los líderes es Pablo Mendoza, a quien señala de ser uno de los más violentos y peligrosos, “el enfrentamiento ya estaba cantado, ir abajo en el marcador solamente fue un pretexto para meterle más leña al fuego. A la orden de Pablo, los guardias (porque ni policías eran) iban a abrir las rejas que nos dieran acceso para confrontar a la barra del Atlas”, refiere el comerciante que también es psicólogo según su cuenta personal.
Y prosigue, “los mismos elementos de seguridad proporcionaron algunas puntas y hasta armas de fuego por si las cosas se ponían más densas. Originalmente y con lo que todos estábamos de acuerdo, era con correr a los aficionados del Atlas”, lo que exhibe la asombrosa estupidez que hay detrás de la agresión.
Aunque en su mensaje se deslinda de su responsabilidad personal, expone que va a dar los nombres de todos los involucrados, “si este barco se hunde nos vamos todos juntos, sin bien no soy culpable de la lesión o muerte de alguien, soy cómplice, pero que no paguen justos por pecadores”.
Refiere que un vigilante, que ni policía era, les abrió la puerta y comenzó la agresión, pero aunque originalmente su idea era correr a la gente del Atlas, al ver que agarraron parejo a mujeres y niños, y al ver que algunos de los integrantes se escondían armas entre las ropas, algunos se dieron a la fuga y reiteró la acusación sobre Pablo Mendoza, a quien responsabiliza de los hechos.
Otros presuntos responsables de la gresca ya aparecen identificados en redes sociales, como son Gaelo Olvera, Marco Gómez, Alan Rodrigo, Mark Zeroe, Gilberto Campero, Joel Arellano, Francisco Rivera, Osmar González, Josíe Ángeles, Esteban, Jorge Martínez, Eduardo Gebe, Irvin Morales Leal, Miguel Ángel Álvarez, Alberto Jiménez, Gerardo Domínguez, Marco González, Víctor Hernández, Iván Rosas, Marco Alcantara, Edgar espinoza, José Carlos Pichardo, Israel González, Fernando Asiel y Fernando Nueve.
Aunque son presuntos responsables y falta que la Fiscalía queretana les compruebe los hechos, aficionados a través de las fotos en redes los están identificando, aunque peligrosamente también exponen los datos de sus domicilios, información con la cual dejan vulnerables a sus familias, quienes no están involucrados en los hechos, pues se menciona que Díaz Díaz vive con su abuela y otra familiar, mujeres que nada tienen qué ver con lo ocurrido.
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