La tarde de ayer damnificados de Dengui, en Cruz Azul, municipio de Tula, quemaron varios colchones que recibieron por parte de la presidencia municipal a finales de septiembre como apoyo a las personas afectadas por la inundación del 6 de septiembre de 2021, esto porque acusaron, están elaborados con materiales reciclados y son un foco de infección.
La quema de colchones se dio luego de que la agrupación civil Unidos por Tula denunció que hicieron un análisis en dos colchones que fueron donados a damnificados luego de que acusaron que habían notado malos olores y que además se vencieron unos días después de que les fueron entregados.
Al respecto, Mariela Luna Paredes, integrante de Unidos por Tula, señaló que al principio el análisis de los colchones buscaba conocer la calidad del material con el que estaban elaborados, sin embargo, con las investigaciones se reveló que se trataba de materiales de desecho.
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Además, se determinó que los colchones también están impregnados con fluidos de todo tipo, desde sudor hasta orines, por lo que dijo, son un foco de infección para las familias damnificadas que además se vieron expuestas a infecciones en la piel y gastrointestinales luego de estar en contacto con las aguas negras que provocaron la inundación de septiembre.
“El dictamen dice que unos colchones así tienen un costo de 200 pesos porque fueron reconstruidos, mientras que la presidencia municipal reportó que los colchones individuales le costaron alrededor de 960 pesos, que son los más baratos”,
comentó Mariela Luna en entrevista.
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Cabe mencionar que a finales de septiembre de 2021 el gobierno de Manuel Hernández Badillo reportó que entregó 743 colchones con un valor aproximado de un millón de pesos, por lo que Mariela Luna Paredes señala que, aunque entiende que el precio de los colchones tiene que ver con el proveedor, hacer un mal uso de los recursos también es corrupción.
De ahí que los pobladores de Dengui decidieron comprobar por ellos mismos la calidad de los colchones y corroboraron que el dictamen estaba en lo cierto, por lo que incluso algunos los quemaron en señal de protesta pues se dijeron engañados.
Por Joselyn Sánchez
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