En 2018 Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó 2 mil 111 tomas clandestinas en Hidalgo. De 139 identificadas en enero de aquel año, para octubre la cifra creció a 235 mensuales, el aumento fue paulatino, pero en 2019 la cifra se duplicó a 4 mil 29 tomas. Ese año ocurrió la explosión en Tlahuelilpan, que pese a haber provocado 137 muertos, no impidió que el delito siguiera creciendo en la entidad.
En 2020 se alcanzó la cifra de 4 mil 994 tomas para extracción ilegal de distintos hidrocarburos que van desde gasolina magna y premium, diésel, e incluso turbosina y gas LP, según solicitudes de información dirigidas a Pemex.
A pesar de la estrategia lanzada en diciembre de 2018 por el Gobierno de México para frenar el robo del hidrocarburo de la empresa productiva del estado, no se logró dar freno a la extracción, pues la incidencia delictiva detectada fue del 98.5 por ciento más para el siguiente año. Y en 2020 el 45 por ciento de los hallazgos relacionados con el ilícito en todo el país, ocurrían en la entidad.
En Hidalgo la explosión del 19 de enero de 2019 en el ducto Tuxpan-Tula, en el kilómetro 226 en los límites del municipio de Tlahuelilpan y Tlaxcoapan, puso el dedo en la llaga, pues en torno al trasiego de combustibles había todo un contexto social empobrecido, que se vio más afectado por las muertes, las personas lesionadas, la orfandad, las viudas y el escarnio de una ciudadanía que vía redes sociales enjuició a los afectados.
Pero aún y con la tragedia, Hidalgo continúa a la cabeza con este ilícito. En 2020, año de pandemia y después de la explosión de Tlahuelilpan, se observó un incremento en las tomas clandestinas con 4 mil 994 perforaciones halladas y clausuradas. En ese año, las denuncias presentadas ante la Fiscalía General de la República (FGR) fueron mil 75, pero sólo hubo tres detenciones. En 2019 se integraron mil 767 indagatorias con cinco detenidos, pero un año atrás la detención fue de 8 personas únicamente, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
De enero a septiembre de 2021, la empresa productiva del estado ya tenía identificadas 3 mil 383 tomas, es decir, al menos un 5 por ciento más comparado con el mismo periodo del año anterior cuando se contabilizaron 3 mil 205 en ese periodo, dato emitido por la propia paraestatal en solicitudes de información (185700003202, 00022320, 000019921 y 321000020) integradas por el Observatorio Ciudadano Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM).
A pesar de que las autoridades estatales y federales han señalado que los delitos relacionados con la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos van a la baja, en la entidad las cifras revelan lo contrario, pues durante los últimos cinco años se han detectado más actos delictivos que desde el año 2000.
Durante los primeros nueve meses de 2021, Cuautepec de Hinojosa fue el municipio con mayor número de tomas clandestinas no sólo en Hidalgo también en el país con 740 puntos identificados de extracción de hidrocarburos. Seguido de Atotonilco de Tula con 361, así lo refiere el IGAVIM con datos obtenidos en las solicitudes de información.
Pero en Hidalgo la extracción ilegal se extiende en 21 municipios: Cuautepec, Atotonilco de Tula, Ajacuba, San Agustín Tlaxiaca, Tetepango, Singuilucan, Atitalaquia, Epazoyucan, Tula de Allende, Tlaxcoapan, Chapantongo, Nopala de Villagrán, Santiago Tulantepec, Tlahuelilpan, Pachuca, Huichapan, Tepetitlán, Tlanalapa, Mineral de la Reforma. Además de que en Tepeji del Río y Tula de Allende se tiene detectada la extracción de gas L.P.
En promedio en la entidad, se detecta cada hora y 57 minutos una toma para el robo de hidrocarburos.
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